El "Domo de Hierro" es un sistema tecnológico avanzado que funciona como escudo anti-misiles. Lo inventó Israel para su defensa militar. Todos hemos visto en redes sociales cómo se activa esta protección ante ataques a las ciudades principales de aquel país. No vengo a hablar de la guerra ni cosas así, pero quiero poner esto del Iron Dome en tu radar como un modelo mental que utilizo —y no exagero— todo el tiempo.
A mí me gusta llamar "sistema operativo personal" (SOP) a mi mentalidad + ejecución. Probablemente uno de los hacks que más me han ayudado en la vida es eso, proteger al máximo a mi SOP, filtrar al extremo aquello que quiere entrar a él. Considero que las frases de la gente promedio, los refranes populares, las noticias diarias y las preocupaciones y miedos que invaden a todo el mundo son misiles que quieren destruir mi visión y enfoque. Así veo todas esas cosas todo el tiempo.
Durante las primeras tres décadas de mi vida, dejé que todos esos misiles me atacaran sin piedad. Me sentía abrumado porque quería tener contentos a todos con cada decisión y esto me hacía construir absolutamente nada para mí, nada.
Llegó el día donde decidí que tenía que construir mi propio Iron Dome, o si estás más del lado del software, mi firewall. Disminuí drástica, drásticamente el poner atención a lo que las personas en mi entorno me querían hacer ver como "normal", "natural". Decidí que yo no quería eso de un trabajo como el de todos, ni los niveles de dinero que algunos alcanzaban, ni los estilos de vida que veía. No es que ellos estuvieran mal, para nada, era que yo simplemente no quería ser así y era mi culpa hacerles caso, ellos simplemente iban a proponer lo que les funcionaba y consideraban "correcto". La victimización jamás es una buena defensa.
Hoy filtro todo en todos lados. Las invitaciones que acepto (o no) a eventos, a cafés, a salidas. Los mensajes con los que me engancho por e-mail, WhatsApp, SMS, redes sociales. Los lugares a los que viajo, en los que trabajo, en los que voluntariamente pongo mi cuerpo. Las conversaciones que promuevo con mi gente. Recibo ataques desde todos los flancos a diario porque la vida y el mundo es así, caótico. Esos misiles intentan distraerme, asustarme, exigirme tonterías y demás. ¿Es fácil mantener el enfoque? No, no lo es. Estar 24/7 pendiente para activar tu Iron Dome no es para el débil de corazón, pero los dividendos que recibo en enfoque para mi ejecución pagan con creces el cansancio emocional que vivir filtrando demanda.
Cuando era joven e inseguro, cuando vivía en la escasez, solía etiquetar a un cierto tipo de persona como "sangrón", "payasito", "pesadito", "creído" y demás. Hace unos días me di cuenta que ha pasado mucho tiempo desde que hacía eso. La conclusión a la que llegué es que ya no lo hago porque ahora estoy del otro lado y yo soy hoy —para muchos— ese hombre sangrón, payaso, pesado, creído. Yo no me veo así, claro, pero entiendo por qué podría ser descrito de esa manera por alguien que no entiende el juego: cuando sabes las cosas que quieres, cuando estás decidido a obtenerlas, cuando has aprendido a contraatacar a todos esos misiles de drama, miseria, pobreza, caos que el mundo te avienta todos los días, desarrollas una actitud muy diferente a aquella donde solamente aceptas sin chistar todos los ataques hasta el punto de normalizar los malos resultados que te llevan a una existencia personal y profesional que no te gusta.
Cuando un misil penetra la defensa, rompe paredes, hace hoyos, cambia estructuras. Esto se llama moldear. Lo que quiero decirte es que no dejes que cualquier cosa te moldee. Todo lo que dejas entrar sin pelea a tu mentalidad y ejecución se vuelve parte de ti, aunque creas que no.
Construye tu Domo de Hierro, tu firewall.
Defiende tu SOP.
Siéntete cómodo aunque te perciban como insoportable.
Mantén el enfoque extremo en tus objetivos.
Te quiero. Te digo todo esto desde una posición de ventaja que he construido con sangre, sudor y lágrimas. Si te interesa estar en ella, tienes que aprender a jugar bien el juego. Pon atención a estas "tonterías" que comparto.
Tú puedes, sí, creo en ti, pero no vas a poder conseguir "eso" sin alterar (joder) cosas en tu entorno. Familiares, amigos, maestros, vecinos, colegas, jefes, desconocidos se van a ofender, sentir, enojar contigo porque "has cambiado", "te has vuelto mamón" y demás. No importa. Esos son misiles de ruido, drama y demás que debes contraatacar, no dejes que entren a ti.
Recuerda: estás bajo ataque todo el tiempo. Defiende tu mentalidad y ejecución. Tú cuentas con ellos. Ellos cuentan contigo.
Va con amor y alpha.
Sé audaz. Y selo ahora.
—A.
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