Imagina si no vieras el fitness y el aburrimiento como enemigos a los que tienes que atacar a diario, ¿qué cambiaría esto de forma genial en tu vida? ¿qué necesitas para darle la vuelta a tu marco de referencia? Al ver estas cosas como obligaciones, las hacemos detestables y por eso luchamos contra ellas. Las ves así porque tu entorno las ve así. El problema es tu entorno, no la actividad. Si hubieses crecido viendo esto del fitness y la tranquilidad como algo natural, sería eso en tu vida, algo natural, por lo tanto, el pleito no es contra el ejercicio y estar en paz, es contra todo lo que la gente a tu alrededor —familiares y amigos— te han hecho creer que es normal. Okay, ya aceptaste esto durante décadas, ahora rétalo.
Imagina si no vieras el pancito y el azúcar como amigos que te hacen pasarla bien todos los días, ¿cómo te moverías? ¿qué sentido de control adquirirías? Sí hay escape, pero cuesta más dinero y dedicación, hey, pero así es todo lo que es pro, así que esfuérzate en ello.
Imagina si en este año dejaras de comportarte como si vivieras en mil novecientos setenta y abrazas el poder de la internet y expresas tus ideas, pones tu cara y tu nombre y te expones constantemente y superas el miedo irracional, silvestre y evolutivo a que otros te vean, te señalen, hablen de ti, te conozcan y opinen de tu contenido. Imagina la cantidad de contactos, invitaciones y posibilidades que comenzaran a fluir en tu dirección simplemente por activar el faro que todos llevamos dentro para conseguir la atención que nos conviene.
Imagina si vieras a tu jefe como tu cliente más importante, el que te pone pan en la mesa, el que te pueda abrir nuevas oportunidades, ¿qué necesitas para dejar de expresarte como todos y enfocar lo laboral desde un punto de vista superior? Y no, tu situación no es especial, no digas "Aarón, es que tú no sabes", "es que tú no entiendes, mi jefe es de lo peor" y etcétera, etcétera. Al jefe se le administra. A la gente difícil se le administra. Si no puedes con tu jefe —alguien con quien tienes que lidiar a diario— no puedes con casi nada. Investiga sobre ofensivas de encanto, cambia tu forma de interacción promedio, seduce, juega bien el juego.
Ayer le comentaba parte de esto a un cliente de mi coaching que no se da cuenta pero que está peleando contra la gente en el corporativo de su compañía, el top management que controla todo y está en otro país. Le pedí que dejara de tener una guerra personal contra aquellos que lo pueden jalar a esos niveles y a esas geografías fantásticas si se da permiso. Esto mismo quiero para ti.
Deja de ver como enemigo a lo que te beneficia en grande.
Deja de ver como amigo a lo que te regala problemas.
No hay punto medio en esto: las cosas, las personas, las situaciones, los entornos, o te están impulsando o te están jodiendo. Tu trabajo es estarlos rechazando con dureza o abrazando con convicción.
Imagina si te dejas de expresar como la gente promedio lo hace todo el tiempo: "ay Dios mío, es que la cosa está dura", "no hay dinero", "son tiempos difíciles", "hay que dar gracias por el trabajito que tenemos", "sí quiero, pero es que no me da tiempo", "quisiera, pero ahorita no puedo" y así. Imagina el tremendo impulso a tu vida personal y profesional si te decides a expresarte de forma pro (lo opuesto a lo promedio).
Te quiero. Todo esto que te digo es incómodo.
Ir al gym es incómodo.
Dejar el azúcar y el pancito es incómodo.
Dejar de pelear contra los jefes es incómodo.
Dejar de ser bajo perfil es incómodo.
Pero hey, vivir en la escasez es incómodo, solo que te acostumbras, así que es lo mismo con lo que sí te conviene: es incómodo andar adolorido por el ejercicio, es incómodo ver las piezas de pan y los refrescos, es incómodo tener haters, es incómodo que tus compañeritos de bajo desempeño de la oficina te critiquen por ser lamebotas, pero hey, es una mejor incomodidad, una ganadora que te coloca en posición de ventaja natural.
Cuando escribo así, con estos temas e insistencia, enseguida vienen las respuestas de aquellos que no están listos para comprometerse:
"bueno, un pancito de vez en cuando no está mal"
"es que hay jefes que sí merecen que los ayudemos bastante y otros que no"
"es que la marca personal está bien, pero ahorita apenas estoy preparándome con una maestría de siete años en marketing digital para estar listo"
y cosas así.
Sé radical, insoportable, duro, decidido, extremo. Di no, sé necio en ello y luego ve que ya tu cuerpo y tu alma te han dejado de pedir esas cosas que te jodían. Te sorprenderás.
Te escribo todo esto con mucho cariño desde la sala de algún aeropuerto de este lindo mundo. El vuelo viene retrasado, este café que compré sabe terrible, pero hey, tengo una vista hermosa de despegues poderosos y aterrizajes precisos y esto es lo que quiero para ti y para mí: que nos lancemos con fuerza a lo que nos conviene y que lleguemos a ello con ecuanimidad y control.
Te quiero en tu versión de alto desempeño.
Va con amor y alpha.
Sé audaz (comienza con tu imaginación).
Y selo ahora (y enseguida tu ejecución).
—A.
Discusión sobre este post
Sin posts