Mira, pon atención, en serio.
Hay dos tipos de trabajo.
El "trabajo" por el que una empresa o clientes te dan dinero.
Y el "trabajo" que es el que verdaderamente importa para tu vida.
En ocasiones —si tienes suerte y/o estás iluminado— ambos son el mismo, pero esto no suele ser lo predeterminado.
Cuando no entendemos esta diferencia clave entre el "trabajo" y el "trabajo", nos obsesionamos con ser nbbs —niños buenos boy scout— que hacen todo bien en la oficina o en la fábrica y decimos que es por nuestra familia y no sé qué. Esta narrativa no solo es promedio, sino peligrosa.
Ese "trabajo" no es por tu familia. Te da ciertos recursos, sí, pero es una forma muy limitada de ver lo que te toca hacer.
No te enojes, no te ofendas: esto no es para criticarte, es para darte una enorme ventaja injusta: quiero que sepas presionar el acelerador, que te aprietes el botón, en el verdadero trabajo que importa.
¿Cuál es el verdadero trabajo que importa?
El primero lo considero el fitness. La dimensión físico-intelectual-emocional que esto agrega a tu vida no tiene paralelo. No lo vas a poder concebir hasta que estés bien metido en esto. No hay manera. Sumérgete. (No soy fan de estar sufriendo con escenarios de "si pudieras regresar en el tiempo y cambiar una sola cosa de tu vida, ¿qué sería?", pero si tuviera que elegir por fuerza una respuesta, considera que sería esto del fitness, así de estratégico es).
El otro punto del trabajo verdadero es salir de la comarca por tus propios medios. Ve a donde quieres ir para conectar con las personas e ideas que te convienen. No dejar esto nunca al azar ni hables como pobre —aunque lo seas— estilo "pues a ver, ahí cuando se pueda" porque así nunca se va a poder, hijo de la vida. Tú lo sabes, yo lo sé. Altera este modo pasivo con violencia hasta que sea segunda naturaleza en ti tomar aviones, reservar hoteles y llegar a la sede de eso que entusiasma a tu alma.
¿Qué hacen las personas de bajo desempeño? Ven esto del fitness y de salir de la comarca como cuestiones opcionales, entienden que sí, son importantes, pero dicen "ahorita no puedo, tengo mucho trabajo" y no entienden lo falaz de esa lógica.
Siempre vas a tener más y más y más trabajo del que no importa. Siempre. Ninguna empresa, ningún jefe, ningún mercado está pensando en bajar el ritmo contigo, jamás. Así que decir estas tonterías de "ahorita hay mucha chamba" es evidencia amplia de que no estás pensando bien.
Cuando tú ves lo que te conviene como algo opcional, eso que te conviene te entrega migajas, porque no le estás dando el valor y por lo tanto no te regala sus mieles. Nunca veas el fitness y salir de la comarca como algo opcional. Tú quieres todo lo fantástico que te pueden dar.
La gente que más te presiona para que veas el trabajo que no importa tanto como trabajo que sí importa tiene las respuestas para ti: ¿realmente te gusta su vida? Muchos evalúan a esas personitas —jefes, socios, amigos, etcétera— desde la perspectiva única del sueldo y sí, puede ganar más que tú, ¿y luego? No puede correr ni un kilómetro sin sentir que muere, no puede levantar su peso en el gym, siempre anda sin energía y estresado. Esto no es sostenible.
Tu trabajo verdadero es estar más guapo, más fuerte, más ágil, más inspirado, más conectado y esto solo lo logras —de nuevo— con fitness y saliendo de la comarca. Y esto sí beneficia directamente a tu familia, porque es algo para el largo plazo y estás modelando para ellos lo que deben hacer, en lo que deben invertir, cómo deben jugar bien el juego.
Los nuevos ricos de clase mundial —the NR, new rich, como les dicen en inglés— protegen estos dos puntos como no tienes idea: están en todo tipo de actividades físicas todo el tiempo y se reúnen a cada rato en distintas parte del mundo a conversar porque saben que ningún pinche webinar o cursito en Udemy será jamás lo mismo que leer de frente el rostro y ver los ademanes de los tipos que sí ejecutan, que sí se mueven, que sí entienden todo esto que te estoy diciendo.
Va con mucho amor. Deja de ver el trabajo que no importa tanto como si fuera lo más valioso del mundo. No lo es. Comienza a ver tu trabajo verdadero como trabajo verdadero. Es hora de que colecciones estas ventajas injustas para ti y los tuyos.
Conquistar el trabajo verdadero duele en lo financiero, en lo emocional, en lo intelectual, porque en el mundo de la gente promedio esto no es normal.
Te van a criticar, te van a odiar, te van a decir que estás haciendo mal las cosas porque debes morir y partirte el lomo sin contemplaciones por la compañía que te da un salario y así. Sé un pro ahí en lo que te toca, claro, pero aprende a insertar en tu día lo que te conviene.
Si la compañía en la que estás no te permite mover tus horarios y tomarte días así nada más, es porque no estás jugando bien esa parte del juego. Uno no obtiene lo que le conviene hasta que mueve las cosas de forma estratégica. Sigue leyendo mis artículos para que aprendes sobre esto.
Deja de estar ciclado con tu trabajo que no importa tanto.
Inviértele durísimo al trabajo que sí importa.
—A.
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