Un fallecimiento de alguien cercano. Un despido laboral. Una enfermedad totalmente inesperada. Un accidente vehicular. Un rompimiento amoroso. Cosas así.
Estas son situaciones que te fuerzan a crecer.
Muchos tomamos el reto y crecemos con él. A veces nos rompemos en el intento de esto de elevarnos, claro, no es fácil, pero si estás leyendo este tipo de contenido, seguro eres de los que entiende que te conviene encontrar la manera de hacer que esa golpiza que recibiste funcione más adelante para tu beneficio.
Siempre busca que las golpizas que te da la vida te permitan recoger alguna recompensa más adelante (de eso se tratan, aunque no parezca).
Ahora, tú y yo tenemos muchos días, mucho tiempo, mucho espacio en nuestra existencia donde no aparecen estos momentos catárticos, donde todo es relativa calma, donde las cosas fluyen de una o de otra forma.
El hack es el siguiente: es ahí, en esos instantes "aburridos", "tranquilos", "bajo control" donde debes forzarte a crecer.
Tú debes ser quien se fuerza a crecer, sin estímulos de por medio, sin dramas que te obliguen, sin necesidades vitales que te empujen.
No esperes dramas, accidentes o urgencias para forzarte a crecer.
Quien hace esto, bueno, esa, esa es una verdadera persona que vive el alto desempeño.
Es más fácil ser el héroe en una situación de peligro, pero tú busca la gloria silenciosa siendo el héroe diario de situaciones que no tienen relevancia para el mundo en general.
Ríndele pleitesía diaria al Dios del Fitness.
Habla inglés sintiéndote ridículo. Sufre con esto.
Expónte con tus ideas públicamente porque sabes que así debe de ser.
Lee libros buenos —aunque te parezcan aburridos, especialmente estos— hasta que esta actividad se convierta en segunda naturaleza para ti.
Forzarte a ti mismo a crecer a diario es lo que nos separa a unos de otros. Es lo que critico todo el tiempo, es eso de "estar ciclado".
Cuando escuches “está ciclado” entiende el verdadero significado: “no está creciendo”.
No esperes a la muerte de alguien, al accidente impactante o al regaño impresionante para activarte. Eso te hace rehén de lo random.
Aquí tú diseñas tu vida a través de tu crecimiento auto-forzado y bien definido.
¿Qué vas a hacer cuando termines de leer esto?
¿Qué será en lo que pondrás tu Tiempo, Atención, Dinero e Incomodidad (TAID) para crecer?
¿O regresarás a estar ciclado con lo que se supone que sigue en tu rutina de hoy, de siempre?
Da un giro diferente. Sabes perfectamente bien que lo puedes hacer desde este instante. Lo sabes. Y puedes.
Haz esa llamada. Compra eso. Suscríbete a eso. Organiza aquel viaje. Desconéctate de aquella tontería. Habla con quien tienes que hablar. Comparte lo que sabes que debes. El paso concreto está en tu cabeza. Ejecútalo.
Todo esto puede sonar como palabrería. Y sí, lo es cuando estamos calibrados en diferentes frecuencias. Si yo veo un programa deportivo de esos de análisis donde hombres y mujeres expertas hablan con pasión y propiedad, no puedo —te lo juro, te lo firmo— tomarlos en serio en lo absoluto. Me da risa. Me resulta ridícula tanta formalidad en su vestimenta y sus tonos de voz y gestos serios, como si estuvieran generando una explicación trascendental de un tema importante para la humanidad. Te entiendo si lees mis palabras y te sientes así, con ánimos de criticarme por andar de "coach motivacional" y demás.
Esos programas de análisis deportivos ridículos no son para mí.
Estos textos de desarrollo personal no son para ti.
Pero si sí lo son, genial, activa ya lo que tienes que activar dentro de ti.
El siguiente nivel del mundo te espera con los brazos abiertos. Ese nivel nunca te va a jalar gratuitamente, pero siempre te va a recibir bien cuando haces tu trabajo, cuando juegas bien el juego.
Juega bien el juego.
Cada vez mejor.
No seas adicto a esperar pasivamente situaciones que te fuercen a crecer.
Fuérzate a crecer activamente tú mismo día a día con y en lo mundano.
Y te vemos por acá, donde esa actitud y ejecución es lo más normal del mundo.
Abrazo.
Te quiero, querida Persona de Alto Desempeño.
Sé audaz.
Y selo ahora.
—A.