Un nuevo cliente de coaching me consultaba sobre cómo venderse mejor dentro de la corporación global en la que trabaja, esto con la finalidad de ascender a top management.
De entrada, su pregunta tiene muchas ventajas porque indica su entendimiento del juego: no llegas a lo más alto por ser un niño bueno boy scout que entrega bien y a tiempo todos los KPIs bajo su responsabilidad. Tienes que hacer una campaña de marketing individual intensa que eventualmente vuelva lógica la decisión de los que están arriba para que te jalen, necesitas construir abogados entre esas personas para que en reuniones hablen chingón de ti.
Todo eso involucra política y diplomacia, habilidades que el jugador profesional altamente técnico no entiende y que en su necedad infantil tiende a acusarlas como cuestiones injustas porque todo —en su visión limitada— debería ser por mérito y demás. La humanidad jamás ha funcionado así y jamás lo hará, así que entre más rápido aprendas a dejar de llorar por estas cosas y mejor te adaptes a la realidad del juego de alto nivel, más geniales serán tus invitaciones, oportunidades e ingresos.
El mexicano promedio que gana nueve mil pesos al mes y que está muy silvestre en su mentalidad y ejecución enseguida etiqueta estas cosas como "andar de lamehuevos" y así y jura y perjura que él no va a hacerlo, que si no les gusta cómo hace las cosas, que lo corran y demás y después es el primero en andar llorando amargamente —con huelgas, quejas, depresión y borracheras— porque no hay trabajo y lo despidieron injustamente y demás. Eso sí, lo que le digan sus compadres alcohólicos y tontos, eso sí lo hace, y ahí sí está de lamehuevos porque va a las fiestas que no quiere ir y soporta situaciones en las que no quiere estar solo por convivir y que no lo saquen del grupo.
¿Cómo hacer una campaña individual intensa de marketing de ti? Para más rápido, te digo cómo no hacerla: no puedes ser amigo de todos, no puedes pensar que tu trabajo real son los reportes, no puedes ver tus horarios de trabajo como puntos de comportamiento reales, no puedes querer ir al punto todo el tiempo con todo el mundo porque vives en la optimización constante. Todo esto te sabotea como no tienes idea.
¿Cómo construir abogados internos dentro de la gente que está en los niveles altos? Tú lo que quieres es tener uno o dos fans ahí arriba y que mencionen/defiendan tu nombre en reuniones de las que ni siquiera estás enterado que tienen. Este abogado puede ser tu jefe y el jefe de tu jefe con los cuales —en palabras de colaboradores silvestres desconocedores del juego— andas de arrastrado todo el tiempo. Imagina que tus superiores son esa chica que deseas, a la que quieres impresionar y actúa así, donde llegas antes sin queja, te vas después sin dramas, haces todo y más de lo que te toca y con buena actitud, preguntas en qué más puedes ayudar, y no es ser solo servicial sino estratégico pensando en qué puntos ciegos están descuidando y que te anticipes a ellos en su lugar o que al menos les adviertas. Servir con amplitud emocional y profesional extrema hacia arriba es la manera más ancestralmente comprobada de subir en cualquier jerarquía.
Pero bueno, de todo esto estaré hablando a detalle mitocondrial con mi nuevo cliente. Me encanta recorrer este camino con jóvenes ambiciosos que ejecutan movimientos irracionales de este estilo como contratar un coach que no necesitan mucho pero que les dan ventajas enormes en los pocos ángulos en que los que necesitan calibración. Así son los pros —te aviso para que los distingas: compran herramientas que otros no ven necesarias porque son conscientes del valor desmedido que les agregan y no solo eso, las usan sin miedo.
Si quieres dar tus primeros pasos para comenzar a jugar bien el juego en tu corporación, deja de salir hoy a comer con todos tus amiguitos de la oficina para hablar de chismes y tonterías y mejor usa ese tiempo para avanzar en algo que sorprenda a tu jefe. Si ser así de lambiscón te hace sentir incómodo, piensa que tu cuenta bancaria y tu falta de libertad de movimiento te están mentando la madre por no hacer lo que tienes que hacer. Hazles caso. Deja que te guíen.
Sirve siempre con obsesión enfermiza y extrema a los niveles superiores de la organización. Dile servilismo y zalamería si gustas, pero hazlo. Esto no te hace menos pro, al contrario, tus estándares de ejecución serán de clase mundial y a la vez los combinarás con poderosas habilidades sociales que les agregarán un valor tremendo y bien merecido.
Mis notas no son para todos, pero si ya llegaste hasta aquí, creo que sí son para ti. Tú sigue promoviendo en tu vida este tipo de lecturas críticas, ácidas y poco empáticas con el bajo desempeño hasta el día donde por fin te empujen a tomar acción en el camino que te conviene y un día te muevan a ejecuciones irracionales como la de mi nuevo cliente que hoy conversa conmigo varias veces a la semana para acelerar sus objetivos.
Te quiero en modo corporativo de alto desempeño.
Va con amor y alpha, como siempre.
Sé servicialmente audaz con los que sí te van a impulsar.
Y selo ahora.
—A.
Discusión sobre este post
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¡Puras verdades intensamente prácticas! De esas que poco se escuchan, de esas aparentemente poco taquilleras, pero que son para los Óscares.
Felicidades. ¡Extraordinario!