Mi miedo #1 la primera vez que fui al gimnasio es que los musculosos que estaban ahí se iban a burlar de mí: solo estuve tres días.
En la segunda ocasión, igual: un par de días.
Tercera intento: más o menos una semana.
Ahora que soy consistente en el gym y ya pertenezco a esa comunidad donde parece como si todos nos conociéramos desde siempre y que nacimos sabiendo perfectamente qué hacer con nuestras rutinas, bueno, te quiero informar cómo lucen las cosas desde el otro lado:
a nadie le importa cómo luces, en serio.
nadie te critica porque nadie piensa en ti (si alguien no está haciendo algo y te está viendo, no te está analizando ni nada, está en el descanso entre ejercicios y decidiendo si debe agregar más peso o no).
nadie recuerda la ropa/zapatos que usaste el día anterior.
a la enorme mayoría nos encanta que nos pregunten nuestra opinión sobre si estás haciendo bien las cosas, así que acércate, aunque de preferencia mejor harta a los coaches del gym con tus preguntas, acostúmbrate a ser el tipo incómodo que sí explota el servicio por el que pagó.
nadie piensa que estás perdiendo el tiempo, por muy mala que sea tu condición física inicial, todos sabemos que la puedes revertir.
las conversaciones casuales que se generan entre algunos no incluyen mención de ti en absoluto.
hay un código interno secreto de comportamiento y etiqueta el cual te va a tomar pocas semanas dominar y la prueba de que ya estás del otro lado es cuando regreses a este artículo, leas cada uno de estos puntos por tu cuenta y los respaldes con tu nuevo entendimiento.
Firmado con sangre. Ve. Ejecuta. El fitness es para todos, pero no todos se dejan. Domínalo. Empújate. Sé necio en lo que importa.
Va con amor y alpha, como siempre.
Sé audaz. Y selo ahora.
—A.
Genial
Si me pasa estoy empezando en ciclismo y pienso que todos me miran.