Más riqueza. Más ganancias. Más ventas. Más dinero. Más ingresos.
Esto es lo que consiguen los profesionales de vanguardia.
Sé un profesional de vanguardia.
El primer gran paso que tienes que dar es este: deja de defender conceptos de la vieja guardia.
“¿Aarón, por qué dices que estoy defendiendo conceptos de la vieja guardia?” Porque sé que lo haces sin saberlo. El problema es que ves esas ideas como algo normal y por eso jamás las retas.
Lo que no te has puesto a pensar es que todas esas ideas que consideras “correctas”/“buenas” simplemente son así porque te las han taladrado por décadas.
Dé-ca-das. Think about it.
Cuando te taladran algo por tanto tiempo, lo que sea, ello se vuelve automáticamente realidad en tu mente. Lo dijo Huxley, primero.
Tu verdadero trabajo diario como profesional de vanguardia es desaprender.
Des-a-pren-der. Uf. This is hard.
Tus maestros, tus vecinos, tus colegas, tus familiares han programado mucho de lo que cargas en tu sistema operativo personal.
Te han instalado algunas buenas apps, como la del amor, la lealtad y otras así. Bien.
Pero también te han instalado otras malas apps que has dejado que se vuelvan parte integral de tu día y que no te convienen en lo absoluto: la app del drama, la app de la “pasión” por el fútbol, la app de “entusiasmarte” por tal o cual candidato político, etc.
Quiere a tu gente, ámala, pero entiende que casi todo el código que te han insertado en esencia solo sirve para dos cosas: sobrevivir primero y encajar con el promedio después.
Vivimos en la era más genial de la historia de la humanidad. Eso de solo sobrevivir y encajar es un insulto a la evolución.
Tú quieres subir a niveles extraordinarios. Por eso me lees. Genial. Lo que necesitas hacer es reprogramarte, hackear tu mentalidad (que eso es tu sistema operativo personal).
Voy a atacar varios de esos conceptos que —sin saber— has estado defendiendo a lo tonto. Abre tu mente. Respira. Relájate. Intenta seguir mi tren de pensamiento. Conecta de forma sofisticada primero con la filosofía y el espíritu de lo que intento explicarte antes de reaccionar en modo silvestre y comenzar a atacar.
Te dicen “no exageres”.
Hey, te aviso que si no lo haces, no vas a salir del promedio. Exagerar es lo que yo y todos los tipos que admiras hacemos todo el tiempo. Si nos sigues porque te gusta la manera en que nos movemos (ejecutamos), entonces entiende que exagerar es un componente crítico para esta metodología. Exagerar es preámbulo para crecer, porque cuando exageras, realmente lo que estás haciendo es estirar la liga de lo que es posible. Sin exageración, no hay paraíso.
Te dicen “ten cuidado”, “mide el riesgo”.
A ver, si la consecuencia “mala” de lo que vas a hacer no incluye cárcel o muerte, hazlo, no hay tanto problema en realidad. No te acostumbres a magnificar las posibilidades negativas a lo tonto, eso lo hace cualquiera. Piensa en todo lo genial que puede llegar a ti si te desatas.
Te dicen “la Biblia dice que hay que ser humilde”.
Tú sé ambicioso. Además, Jesús no fue nada humilde. Caray, andaba gritando por todos lados que era el Hijo de Dios, que el camino al Padre era a través de él. Hoy te hacen viral por menos de eso y te diagnostican condiciones psiquiátricas que no existían hace dos mil veintitrés años. Jesús tenía una visión muy clara y entendió que no iba a llegar a ella a través del camino de la humilidad. Tenía que ser ambicioso para empujar su mensaje con fuerza. Jesús no pensaba en que sus clientes estaban en Galilea, él veía lo que tú tienes que ver: que las posibilidades son enormes y que hay que buscar impactar a nivel global.
Te dicen “ten paciencia”.
Tú no tengas paciencia. Eso es para los pobres. Tú inyecta sentido de urgencia a las cosas. Muévete rápido y rompe cosas, como reza aquel famoso slogan de Facebook (que ya cambiaron, sí, pero les sirvió bastante para convertirse en lo que son). ¿Te vas a equivocar por andar rápido? ¿Te van a salir mal muchas cosas por andar acelerado? Claro que sí. ¿Va a doler? Bastante. Pero entiende que al ejecutar con sentido de urgencia lo que estás haciendo en realidad es recolectar información en tiempo real con la cual vas a ir ajustando tu estrategia. Imagina que eres soltero y quieres aprender a ligar. Acercarte a una chica cada tres meses te va a generar información muy escueta que no te va a permitir conseguir tu objetivo. Aproximarte a un par de chicas nuevas para pedirles su WhatsApp (o Instagram, si eres muy joven) cada fin de semana te va a dar resultados espectaculares en pocos meses.
Te dicen “sé respetuoso”.
Y esto lo conectan con otros malos consejos como “háblale de ‘usted’ a tus mayores”. ¿De qué sirve que le hables de usted a alguien y cuando se da la vuelta te burlas del viejito? Eso no es ser respetuoso. Eso es fingir respeto. Ser respetuoso es escuchar con atención, interactuar con buena voluntad, ser agradable y firme. Otra frase que utilizan para enfatizar esto del respeto es que “no interrumpas”. ¿Cómo demonios vas a conseguir las cosas que necesitas en la vida si no interrumpes? Sé como los niños que no están preocupados por interrumpir cualquier tipo de situación social para conseguir lo que necesitan. Además, te aviso, las personas como yo solo operamos en dos modalidades: o estamos ocupados o estamos descansando, jamás tenemos designado un espacio especial en nuestra agenda que diga “estas dos horas voy a estar libre para que si alguien quiere hablar conmigo pueda hacerlo y no se sienta mal por interrumpir mi trabajo/descanso”. Es ridículo.
Mira, todo esto de “no exageres”, “ten cuidado”, “mide el riesgo”, “sé humilde”, “ten paciencia”, “sé respetuoso”, “habla de ‘usted’ a los mayores”, “no interrumpas” y demás son variantes de lo mismo: miedo, fear, espanto, susto.
Como no nos gusta admitir que tenemos miedo, inventamos palabras para disfrazarlo, pero al final del día, cuando lo analizas, es extremadamente claro que todas esas convenciones sociales que te dicen que son “buenas” en realidad son miedo disfrazado.
Si logras desaprender estas frases típicas, te colocas tú mismo en una posición de ventaja increíble. ¿Por qué? Porque tendrás muy pocos frenos y muy pocos elementos saboteadores en tu cabecita.
¿Vas a ser diferente, raro? ¿Vas a ser anormal si dejas de creer que estos conceptos son “lo correcto”?
Sí, claro. ¿Cómo crees que somos las personas a las que sigues? ¿Realmente crees que yo soy un tipo normal?
En la foto estoy en China, supervisando la producción del hardware que diseñamos en VERSE Technology para soluciones de Industria 4.0. Te muestro una de las fábricas que visité, la comida con la que uno de mis contactos allá me recibió y la HBR en chino que compré en el aeropuerto. Aquel viaje lo tuve que organizar de forma relámpago en muy pocos días. Esto lo uso de ejemplo porque involucró ejecutar mucho de lo que te estoy platicando hoy aquí: ser miedoso —perdón, quise decir “respetuoso”, “ordenado”, “paciente”, “cuidadoso”, “humilde” y demás— no me habría permitido conseguir la visa a tiempo, negociar mi visita con los proveedores, mover vuelos y alterar muchas otras cosas para llegar con éxito al otro lado del mundo.
Esto no es una invitación a que seas un incordio viviente.
Esto no es una invitación a que seas un tipo desagradable.
Esto no es una invitación a que seas una persona odiosa.
Esto no es una invitación a que prendas fuego a nada.
Esto no es una invitación a que reine la anarquía.
No seas simple. Amplía tu perspectiva de lo que estoy tratando de poner en tu radar.
Esto es una invitación para que seas más determinado, más enfocado, más duro, más decidido, más visionario, más rápido, más fuerte.
Esto es una invitación a que te la creas más y mejor.
Esto es una invitación a que entiendas cómo te conviene jugar el juego.
Esto es una herramienta de muchas que necesitas para ser un genuino profesional de vanguardia.
Sé un genuino profesional de vanguardia que se sabe vender a sí mismo, que sabe vender su visión, que sabe construir riqueza, que consigue muchas invitaciones, que se mezcla con tipos pro, que obtiene ascensos en el trabajo, que sabe negociar todo, que sabe ser líder de las cosas que importan.
Hey, si todo esto resuena en ti, genial, estás en la categoría de PAD teórico. PAD significa “Persona de Alto Desempeño”. Una PAD teórica consume contenido como este, se entusiasma y sigue con su vida, sintiendo que ha insertado algo nuevo en sí. No seas una PAD teórica que quiere todo gratis, fácil, digital y rápido. Sé una PAD-PAD que ejecuta al más alto nivel.
Tengo un curso intensivo de dos días para PADs-PADs en CDMX a finales de Enero 2024. Te voy a enseñar a generar más dinero, más riqueza, más ganancias, más ventas, más oportunidades. Vas a convertirte en un verdadero profesional de vanguardia.
Es un curso íntimo, poderoso. Son dos días encerrados en un hotel. Tú, yo y muchos otros profesionales de vanguardia.
La vamos a pasar genial. Vamos a hacer ejercicio en la mañana (opcional, no sudes si esta idea te estresa), luego a desayunar, trabajar, hacer networking, convivir y así los dos días.
Este es un curso premium. No es para todos. Es para aquel que sabe invertir TADI en lo que importa.
TADI es Tiempo, Atención, Dinero e Incomodidad.
Desaprender. Recuerda: esto es lo que debes hacer.
La mejor forma de desaprender es reprogramándote con una nueva mentalidad y ejecución.
Déjame darte la mentalidad y ejecución que te convienen.
Te veo en CDMX a finales de Enero 2024.
Levanta la mano aquí en este enlace de WhatsApp para más “info”.
O envía un DM/inbox en cualquiera de mis redes sociales y con gusto mi equipo te atiende.
Haz este nuevo año tu momento. Explota. Créetela. Rodéate de gente chingona. Seamos amigos, seamos de esas relaciones que hacen cosas geniales juntos.
Tú puedes. Solo apriétate los botones correctos.
Sé audaz.
Y selo ahora.
—A.