Hay un tipo que es tu competencia.
Esa personita está invirtiendo en cosas exóticas (y no tiene más dinero que tú).
Este tipo vende menos que tú, es menos experimentado que tú.
Este hombrecito/mujercita no está en tu radar.
Tu gran error es que consideras solamente como tu competencia a quienes ubicas en el mercado.
Piensas que tu competencia son aquellos que te superan en todo: expertise, cantidad de clientes, años en el negocio, número de empleados, etcétera.
Sí, claro, esa es tu competencia, pero solo es la parte visible de la misma.
La parte invisible de tu competencia, la que sí va a barrer contigo, viene atrás y se está preparando de una manera que no alcanzas todavía a dimensionar.
Esa chica —que en poco tiempo te va rebasar a gran velocidad— hoy está invirtiendo en cosas “raras”.
Esas cosas raras son libros, cursos, eventos, suscripciones, masterminds, agrupaciones, desayunas, cafés, membresías, etcétera.
Con todo eso, tu competencia invisible accede a
ideas sexy, frescas, poderosas,
metodologías rápidas,
entendimiento práctico de las nuevas tecnologías,
mentores altamente experimentados,
y una red llena de gente que sabe de lo que está hablando, que genuinamente la van a orientar.
Tú no. Sí, claro, has leído en mis artículos y escuchado en todos lados lo importante de “invertir en ti”, pero prefieres repetirte a diario que
“no tengo tiempo”,
“no tengo dinero”,
“ahorita no puedo”,
“luego, cuando las cosas mejoren”.
La competencia visible e invisible nos barre cuando somos de esos que preferimos pagar mensualidades de un auto para el que no nos alcanza en realidad o sacar a pagos el nuevo iPhone que no nos genera nuevas ventas o la vestimenta de marca para una fiesta a la que el primo del mejor amigo del novio te invitó.
De alguna manera consigues generar en el año todo ese dinero para el auto, el iPhone y la ropa de la que te estoy hablando. Lo más probable es que sea parte deuda, parte préstamos y parte más deuda y otra parte tu trabajo. Como sea, ahora imagina si esos recursos los pusieras en coaching, cursos, hacks, comunidad, viajes, expansión de tu mentalidad y ejecución a través de herramientas tecnológicas y demás cosas “exóticas”.
No te digo esto como un regaño. Te lo digo con amor.
Cuando comencé a criticarme a mí mismo duramente por mi falta de enfoque, fue que comencé a coleccionar las herramientas emocionales, intelectuales, técnicas y sociales para salir del pozo de la frustración.
El pozo de la frustración es ese espacio de vida en donde nunca hay avance, ni tiempo, ni dinero, ni amigos que nos nutran.
Tuve que comenzar a moverme realmente diferente en todos los aspectos.
Y esto lo mismo que tú tienes que hacer.
“Pero, Aarón, yo sí quiero todo eso de los libros, coaches, cursos y viajes que mencionas, en serio, ¿pero de dónde voy a sacar dinero para ello si realmente no tengo?”
Okay. Mira, hazme un favor, quiero que pienses que te estás ahogando.
No sabes nadar muy bien.
Es de noche.
De repente, ves cuatro o cinco salvavidas flotando a unos cincuenta metros de ti.
¿Te pondrías a decir
“es que yo no sé nadar bien”,
“es que nunca he nadado cincuenta metros seguidos”,
“es que no soy experta en natación”,
“es que hace frío”,
“es que qué tal si me come un tiburón”
o alguna otra cosa en ese estilo?
¿O comenzarías a bracear, tratando de mantener el ritmo, diciéndote cosas como “tranquila, no te desesperes, respira, descansa un momento y vuelves a avanzar”?
Cuando estás en modo supervivencia, siempre encuentras las habilidades y energía que necesitas dentro de ti. Siempre.
(Si no te alcanza, ya fue el destino, pero por ti no va a quedar jamás.)
Bueno, si llevas tiempo viviendo dentro del pozo de la frustración, hijo de la vida, lo que estás diciendo al no meterte a los cursos, libros, suscripciones y demás que te estoy recomendando es el equivalente de todas las excusas que te di en el ejemplo de los salvavidas a la distancia.
Las comunidades, los eventos, los coaches, todo lo premium, son esos salvavidas. Permítete verlos así.
Tu competencia invisible también se está ahogando —y recuerda: tiene menos recursos que tú (nada peor que tú), pero está avanzando como puede hacia los salvavidas mientras tú decides perecer analizando las razones de por qué no vas a poder llegar al objetivo.
Invierte dinero que no tienes para generar dinero que no tienes.
Además —no te ofendas— tal vez no es tu caso, pero es mi experiencia directa y personal que los primeros en gritar que algo es muy caro, que no tienen dinero, que no les alcanza, son los que hacen fiestas innecesarias, compran autos a mensualidades que los ahorcan, se obsesiona con tener el iPhone más nuevo y compran ropa carísima para cubrir ciertas debilidades psicológicas, por eso no compro el discurso de nadie que me diga que el dinero es el problema.
La falta de alineación en las prioridades que vale la pena, ese es el verdadero problema.
* * *
Te voy a dar siete hacks para que eso de no tener dinero deje de ser un problema:
[1] Aborda tu vida con irracionalidad. Si no tienes dinero, invertir en algo que te conviene no te va a dejar peor. A ver, ¿qué pasa si dejas de pagar una mensualidad a la tarjeta de crédito o al auto? Muchos me van a tachar de irresponsable al comentar esto, pero la realidad es que es una enorme tontería priorizar la responsabilidad que tenemos con una institución antes de la que deberíamos tener con nosotros mismos. Los simplones te van a decir que este es el peor consejo financiero que alguien te puede dar, que deberían mandarme a la hoguera, porque si me haces caso vas a destruir tu historial de crédito y esto es el equivalente del finl del mundo, es el equivalente de reprobar una materia en la boleta de calificaciones de ser adulto. Hijo de la vida, no viniste a esta existencia a ser un niño bueno, bien portado con notas perfectas. Veniste a ser feliz. Para eso —querido Buda— necesitas recursos. Muévete de manera que puedas generarlos, incluso si la medida para empezar es dolorosa y contraintuitiva.
[2] Critica las instituciones que te han dicho que existen para tu bienestar. La escuela, el gobierno y los sindicatos son ejemplos perfectos de ello. Cumplen una función, claro, pero la realidad es que son espacios dedicados a defender a capa y espada lo establecido, a luchar por lo conocido, a mantener vivo lo de siempre. Es imposible que de estas instituciones emerjan líderes creativos, innovadores y visionarios. Para ser alguien así, necesitas deslindarte de esas esferas, desaprender con dureza lo que te han taladrado. ¿Por qué? Porque si tú quieres operar siempre con certidumbre y respetando todo lo que el pasado te pone en frente, no vas a poder crecer. Estas instituciones son lentas, burocráticas y frustrantes. Si las ves con buenos ojos, es porque piensas y actúas así. No pienses ni actúes así.
[3] Entiende que los que sabemos las cosas jamás te las vamos a dar gratis. Si mis artículos te gustan y crees que con eso es suficiente para conquistar el universo, estás cometiendo el error que yo cometí en mis años universitarios, donde quería que todo fuera gratis. Yo era el experto máximo de la piratería. Veía como tontos a los que pagaban por cosas que podías descargar gratis. Todos los que llegamos a alto niveles en un arte o técnica, lo vendemos al mercado. Todos. Algunos lo hacemos con cursos, otros lo hacen ofreciéndose como CEOs o así. El punto es que lo que necesitas saber, los pasos concretos que te pondrán en la ruta de ambición que te conviene, muchos ya los tenemos, pero no vamos a ir a tocar la puerta de tu casa en tu colonia pobre en una pueblito abandonado para preguntarte si te gustaría que te diéramos consejos personalizados. Tienes que nadar a los salvavidas. Nada, sin acordarte que no eres muy bueno en ello.
[4] Paga lo exótico. Cuando el internet llegó al pueblo en el que vivía, tenía que rentar una computadora en el único cibercafé que había. Me cobraban unos cuatro dólares por hora, cantidad que me dolía como no tienes idea. Solo iba una vez a la semana, pero utilizaba ese tiempo para descargar manuales de HTML 4.0, CSS, servidores Apache y scripts en Perl. Mi objetivo era tener una “página personal” (homepage) que así se le llamaba a los sitios web entonces. Me convertí en webmaster a mediados de los noventas. Habíamos como cinco buenos en el país. Esto me hizo obtener invitaciones que me metieron a situaciones profesionales donde aprendí mucho y eso me hizo entrenar en liderazgo desde antes de cumplir veinte años y estar al frente de presupuestos que muchos profesionales tardan décadas en ver frente así. Todo a cambio de invertir solamente cuatro dólares (que me dolían en ese momento) a la semana en el año noventa y seis.
[5] Ignora lo que tus amigos dramáticos y amigas que no saben hacer dinero te dicen. No necesitas cantar un mantra dos horas cada mañana para generar abundancia eterna ni contratar al experto en Feng Shui que hará que la felicidad y el dinero entren a diario a tu hogar. Tampoco necesitas que te pasen el PDF ilegal vía WhatsApp de ese libro “que te va a ayudar mucho” porque si comprándolos luego ni los lees, obteniéndolo gratis en la aplicación que más ruido te mete, pues mucho menos.
[6] Aprende a permanecer motivado por tu cuenta. Esto lo logras con microvictorias (microwins). Los microwins son las treinta llamadas que hiciste en el día para ofrecer tus servicios, las siete en que te contestaron y las dos que te pusieron atención. Si quieres que todos los días sean exitosos, llénalos de microwins: hoy explicas algo en redes y obtienes algunos likes, mañana vas a un evento por el que pagaste para conectar con gente nueva, pasado compras un libro el cual comienzas a beber para jugar mejor el juego y así. Estar ocupado en lo que importa y darle su importancia a los microavances que los microwins nos generan es el secreto para sentirte “contento” aunque no satisfecho al cien por ciento.
[7] Actúa drásticamente. La forma en que tú y yo le podemos dar cachetadas a la vida cuando no se está portando bien con nosotros es siendo drásticos en cosas con las que nos tiene ciclados. Corta relaciones. Deja de ir a esas reuniones tontas (tú sabes de los que estoy hablando). No pongas atención a casi nadie de tu círculo si no están donde quieres estar. Compra lo que los pros te recomendamos, no lo que tu amiga que tiene más miedos que tú te sugiere, toma el avión en lugar del autobús, medita cuando todo a tu alrededor quiera invitarte al caos y así. A base de cachetadas a la vida es como vas a ir moldeando la realidad que te conviene. Al principio se siente uno mal por hacer esto, pero luego se vuelve un estilo de vida y estarle exigiendo a la vida las cosas de esta manera te da más y más avances espectaculares. Sé perfectamente lo que te estoy diciendo aquí.
* * *
En la primera foto estoy probando el piloto automático de un Tesla en algún freeway en Estados Unidos. La primera vez que dejas que el carro opere solo sientes que vas a morir cuando adquiere velocidad. Esto es importante porque parte de mi rutina es esforzarme cada semana en aprender realmente algo nuevo, ya sea una herramienta de inteligencia artificial, una apertura de ajedrez o cosas así que me mantengan alerta y atrevido, sé así, de lo contrario, te lo repito, nos ciclamos.
En la segunda foto, estoy en el backstage de un evento organizado por mi amigo Cris Urzúa (por favor, ignora mi cara de güey). Él es uno de los mejores ejemplos que te puedo dar de alguien que se prepara como todo un pro todo el p tiempo. Anda en todo. Invierte sin miedo. Por esos sus resultados son sorprendentes. Así es esto. Si Cris no hubiese decidido nadar para llegar al salvavidas, seguiría frustrado en su vida de vendedor en algún hotelito o algo así. Hoy es un referente para muchos de nosotros.
Deja de decir que no tienes dinero. ¿Eso qué? ¿Crees que alguien va a abrir su cartera para darte porque sintió lástima?
Deja de ahogarte cuando tienes los salvavidas frente a ti.
Acepta el modo supervivencia en el que te encuentras y aprovéchalo para sacar de ahí las herramientas y energía que necesitas.
Hazle complicado a tu competencia invisible que te pueda rebasar.
Invierte dinero que no tienes para generar dinero que no tienes.
Lee con atención mis hacks.
Internalízalos.
Y especialmente, ejecútalos.
Hay una razón por la cual los estoy poniendo en tu radar.
Si conectas con lo que te estoy diciendo en este artículo, uf, participar en mi próximo curso premium presencial te va a volver la cabeza. Te voy a enseñar muchas F You Skills para que generes F You Money y tengas microavances y microwins a diario hasta que te conviertas en una fuerza de la naturaleza.
Te veo a finales de Enero 2024 en CDMX. Pide informes en los comentarios o vía inbox.
Esto no es para los que se ahogan en su drama, esto es solo para los que se animan a nadar hacia los salvavidas.
Sé irracional, drásticamente audaz.
Y selo ahora.
—A.
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