Los tres mil días de Batman
Alinea fácil y rápido tus acciones y decisiones diarias con tu estrategia ambiciosa.
Determina de forma muy, muy específica lo que quieres en tu vida para dentro de diez años.
Mira, te comparto mi estrategia: mi plan es que al cumplir cincuenta años soy un tipo fuerte y en forma, con muchos recursos y relaciones, alguien que se dedica a escribir lo que quiere, cuando quiere y viaja por el mundo como inversionista. No quiero operar ya ninguna empresa, ni estar al frente de cosas administrativas del día a día.
Esta claridad me permite evaluar en tiempo real las actividades en que me involucro a diario.
Esta claridad me permite hacerme todo el tiempo la pregunta "¿tiene esto sentido en mi estrategia?" y determinar con mi respuesta si debo o no seguir inmerso en lo que estoy haciendo. Por ejemplo, este texto. Esta artículo tiene todo el sentido del mundo para los próximos diez años porque me genera el músculo de escritor, publicarlo me hace conectar con gente, que a su vez me conectan con oportunidades y así. Pasar las horas que estoy ocupado esta mañana para redactar todo esto no es lógico si lo veo a corto plazo, porque hoy tengo muchísimos otros pendientes que lucen más importantes, pero que bajo la lupa de mi estrategia, en realidad no lo son tanto.
Apliqué esta misma técnica por primera vez cuando cumplí treinta años. En aquel momento, definí que al llegar a mis cuarenta iba a ser empresario, autor, conferencista. Lo conseguí, aunque con problemas enormes que no consideré, pero incluso así, mi realidad es mucho mejor que aquella del punto donde comencé.
A esto le llamo tener una estrategia minimalista. Este minimalismo es poderoso porque enseguida te alinea y te permite decidir si estás perdiendo el tiempo o construyendo para tu objetivo de largo plazo. Así es como devoras una ballena: mordida a mordida.
No es fácil ejecutar este ejercicio la primera vez. Te vas a sentir raro, y esto es porque estás acostumbrado nada más a reaccionar, a pensar a corto plazo en la borrachera del próximo fin de semana, a solo estar emocionado por las próximas vacaciones, a desear que comience ya el siguiente campeonato de fútbol y así. Cambia esa mentalidad y en su lugar mejor carga contigo todo el tiempo la visión exacta de lo que quieres ser dentro de una década. Ajusta siempre, a cada instante, todas tus acciones y decisiones para someterlas a tu estrategia minimalista.
Sorpréndenos y sorpréndete.
¿Sabes también por qué poca gente actúa de esta manera que te estoy sugiriendo? Porque las películas nos han hecho ver normal que los héroes, los chicos buenos, solo reaccionan. Piénsalo. Analízalo. ¿Quién es la persona que siempre tiene un plan? El malvado de la historia. ¿Cómo le decimos a alguien que tiene muy claro los pasos que tienes que dar? “Maquiavélico”. Batman nunca tiene un plan, se la vive reaccionando a los planes de sus enemigos. En todas las películas siempre es lo mismo. Tú no te dejes guiar por esta narrativa.
En la cultura popular de hoy, ser niño bueno boy scout es reactivo.
En la cultura popular de hoy, ser estratégico, tener un gran plan, es malo. Qué tontería.
Todavía no podemos ser robots, así que es imposible que absolutamente todas tus acciones y decisiones diarias estén perfectamente alineadas a tu estrategia de la década, pero —PERO— lo que debes entender es que si consigues que, no sé, trescientos días de tu año estén bien calibrados con tu plan de largo plazo, eso te da tres mil días en una década.
Tres mil días que han trabajado totalmente a tu favor para construirte una realidad que parecía lejana y en la que ahora te has instalado.
Tener tres mil días a tu favor te empuja porque te empuja.
Y te empuja como no tienes idea.
Te conviene componer tu relación con cada uno de tus días.
Te conviene optimizar tu relación con tus objetivos promedio y convertirlos en ambiciosos.
Te conviene mejorar tu relación con lo que crees que es posible en la vida.
Sé audaz.
Y selo ahora.
—A.
Últimos días. No seas de esos que luego me envían mensajes diciéndome “no me enteré, Aarón”, “es que no supe”, “se me pasó la fecha”, “es que sí quería, pero no me animé”. Inicia este nuevo año con la actitud del que hace lo que tiene que hacer, del que es decidido y toma una decisión y luego ve cómo resuelve todo lo demás alrededor para conseguir su objetivo. Te veo a finales de este mes —Enero 2024— en CDMX en mi próximo curso premium presencial de dos días donde te voy a dar los secretos del mundo para que juegues el Juego de los Millones de Dólares con habilidades que importan. Va a estar genial, tú, yo y muchas otras personas de alto desempeño encerrados, aprendiendo cómo ser estratégicos y moviéndonos a un ritmo rápido y superior en la vida.