
Si tienes un empleo y crees que quieres ser emprendedor, tal vez sí es así, tal vez no.
Desde un empleo, lo que alcanzas a ver de la vida de un emprendedor es el glamour: el podcast, el liderazgo al frente de un equipo, la flexibilidad de tiempo, el prestigio social y así. Por supuesto, no eres tonto y no te estás engañando: sabes que hay mucha sangre, sudor y lágrimas para hacer que las cosas funcionen, pero, pero, pero saber algo no es lo mismo que poder ejecutar o soportar algo.
El tiempo que creas que te va a tomar tener éxito con tu idea de negocio, multiplícalo al menos por diez. Y no, no estoy exagerando, sí, tú crees que no te va a tomar tanto tiempo porque toda la vida te han dicho que eres muy inteligente y en tu trabajo recibes felicitaciones todo el tiempo, pero te aviso que ese es solamente un tipo de inteligencia, no es la misma que el mercado premia, te ayuda, sí, pero es mínima.
El dolor que creas que tienes que soportar para tener éxito con tu proyecto de negocio, bueno, también multiplícalo por diez. Y tampoco estoy exagerando. Tal vez has superado un par de rupturas amorosas o algún despido en el trabajo y crees que eso te tiene preparado para lo que viene, pero te aviso que aquello con lo que te enfrentarás en emprendimiento es un tipo de dolor diferente: es incertidumbre mezclada con añoranza de esos tiempos donde tenías certidumbre, todo claro, es frustración porque los clientes, los proveedores, los empleados, los amigos, nadie te entiende, nadie te echa la mano, nadie ve lo que tú ves, es ansiedad porque aunque ya resolviste esta semana, no sabes cómo demonios le harás para todos los compromisos que vienen y así.
Mi intención no es espantarte o quitarte las ganas de emprender. Si realmente esto es lo tuyo, lo vas a hacer con o sin la motivación del pinche Aarón Benítez y demás influencers. Lo que quiero es que recuerdes este tipo de textos y que te sirvan para esas horas y días oscuros donde sientas que eres el único ser humano que está sufriendo así y adquieras proporción correcta de las cosas y admitas que no, que simplemente no tenías bien calibrada la expectativa a pesar de que muchos te habíamos dicho que esto era exactamente lo que debías esperar.
Lo que alcanzas a ver desde tu empleo sobre los emprendedores es mínimo. Solo entiende y acepta esto, para que la vida no te dé tantas sorpresas negativas.
Te quiero movido, duro, ecuánime, visionario, ejecutor y capitalizado.
Dureza mental.
Disciplina emocional.
Buena postura.
Fitness. Inglés. Lectura. Marca personal.
Va con amor y alpha, como siempre, en serio.
Sé audaz.
Y selo ahora.
—A.