Pon atención. Esto te va a dar ideas para combinar todo lo que está a tu alcance y construir la vida que te conviene.
Trabaja para alguien, sí, ya sabes, ten un empleo tradicional. Aprende ahí como enfermo.
Emprende. Sé necio con tu visión y busca que sea realidad. Aprende ahí como enfermo.
Invierte. Pon tus recursos a trabajar en apuestas cada vez más inteligentes. Pierde dinero. Gánalo. Aprende ahí como enfermo.
Van mis recomendaciones concretas.
Si vas a estar en un empleo, trata de que sea o una empresa que apenas está naciendo o una que ya es muy grande, nada en medio. En la empresa enorme aprende procesos y política. La empresa que apenas está naciendo —este año, el mes pasado— tiene un megadesorden interno tremendo y no tienen idea de lo que están haciendo, aunque ellos quieran pensar que sí. Ahí tienes la posibilidad de moverte de forma dinámica, solucionar temas de marketing hoy, mañana estar haciendo una fila endeja en la oficina de impuestos, la próxima semana ser representante en un evento empresarial y por la noche estar respondiendo e-mails de clientes enojados. Esto suena frustrante, pero si estás joven —tienes menos de ochenta años—, hijo de la vida, este es el verdadero trabajo, este es el tipo de músculo que te conviene generar. Así es como te entrenas para dar el salto a ser un buen emprendedor, primero siendo un buen colaborador. Deja de quejarte como todos que si te explotan, que si te pagan tarde, que si esto, que si aquello. Es cierto, no es justo, no se vale, pero toma rápidamente lo que puedas de ahí y muévete. Esto es una universidad de negocios acelerada, no tu construcción de vida. Esto te prepara para la siguiente etapa ↓
Si vas a emprender, trata de hacerlo en aquello en lo que al menos tienes una idea aunque sea ligeramente por encima del promedio. No quieras abrir una taquería si jamás has ido a un rastro y no quieras importar cosas desde China si raramente tomas un avión aunque hayas visto un videito o leído un blog o comprado una revistita o ido a un cursito que te jura que estos son los pasos que tienes que seguir para conseguir el éxito rápidamente en esa área. Aprende a lidiar con la soledad de la mente aquí. Tus amigos normales no van a entender tu estrés de que no sabes cómo demonios vas a poder pagar la nómina este mes. Tus familiares no van a estar contentos porque ya los desacostumbraste a ser el tipo disponible y con recursos al que podían recurrir y ahora eres una lata en cada reunión familiar porque quieres hablar de y empujar a todos a emprender y no les interesa en lo absoluto, nada más te soportan porque pues ni modo. Esto es una maestría acelerada de la vida real. El trabajo verdadero en tu emprendimiento no es vender los tacos o recibir la mercancía china, sino lidiar con todas las personas, retrasos, proveedores, clientes, permisos de gobierno y demás dolorcitos de cabeza. Esto te prepara para la siguiente etapa ↓
Si vas a invertir, asegúrate de entender bien si estás entrando a esto como inversionista o como prestamista. Las inversiones genuinas conllevan todas riesgos y bueno, los pros no esperan garantías genuinas de que las cosas van a funcionar. La idea es que funcionen, pero si todo funcionara siempre de manera perfecta a la primera, hijo de la vida, este mundo sería otro. Como muchos no saben ser inversionistas en modo pro, lo que hacen es prestar su dinero a gente que tampoco sabe jugar el juego y entonces ambos lados en formato silvestre cometen errores que son los que llevan a los dramas que todos conocemos. Invertir bien es una habilidad que requiere entendimiento profundo de cómo funcionan las personas, los negocios y el sentimiento público todo mezclado en una línea de tiempo larga con expectativas ambiciosas. Casi nadie sabe invertir bien porque las mayorías hemos sido educadas para ver esto como algo exótico cuando sí está a nuestro alcance pero nadie nos lo dice.
Esta trifecta de poder saber ser un colaborador genial, un emprendedor genial, un inversionista genial, uf, te da todas las ventajas del mundo, porque te enseña a ejecutar directamente, a ponerte al frente de las cosas, a ser líder real, a lidiar con todo tipo de personitas, a mantener la ecuanimidad cuando todos corren como gallinas sin cabeza, a ser duro y determinado en la construcción de la vida que quieres. No te quedes atascado en ninguna de estas áreas. Combina las tres. Muévete fluidamente en todas. No vas a ser fantástico en todos los aspectos, pero la combinación de entendimiento de todas estas áreas te hará relevante, alguien serio, un buen jugador del juego.
Y eso quiero para ti, que seas un buen jugador del juego, por eso diseño mis workshops con todo esto en mente, para explicarte estas cosas a detalle infinitesimal.
Donde en todos lados te están diciendo que está bien que te quiebres,
que seas una frágil florecita del desierto,
que estar conectado todo el día cien por ciento con tus sentimientos está bien,
que se vale no querer grandes cosas,
que todo lo malo que te pasa papi es culpa de alguien más,
del gobierno, de tu ex, del capitalismo,
yo hoy y siempre aquí te digo que tengas dureza mental y disciplina emocional y que aspires a mucho más y que lo consigas con tu propia ejecución estratégica, enfocada y determinada.
Acúsame —si eso te da paz— de anticuado, perteneciente a una generación que ya no importa, vieja escuela, machista, insensible, lo que gustes, pero mi apuesta está en que tienes que comportarte de manera muy diferente a como lo están haciendo las mayorías de hoy en día si es que quieres una vida genial.
Yo te quiero a ti en tu versión de alto desempeño.
Te quiero fuerte e influyente.
Esto va con mucho amor y alpha, como siempre.
Sé audaz.
Y selo ahora.
—A.
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