Abrí la puerta y entró un mini-ejercito de adolescentes a la casa. Venían de la escuela. Siete, nueve, once. "Hola, señor", "Buenas tardes" y demás cosas así balbuceaban mientras yo buscaba en mi mente si teníamos algún evento especial ese día, pero no, nada. Subieron las escaleras y se encerraron en la habitación de mi hijo mayor. Después de ponerme el sombrero de padre tóxico, osé abrir esa puerta prohibida y descubrí que estaban haciendo unas maquetas Risas. Música. Todo indicaba que la estaban pasando bien.
Mi adolescente regresó a casa ayer y nos informó que el maestro no había aceptado el trabajo que su equipo y él habían presentando. Resultó que entre su juego y desorden, no habían cuidado el detalle de las proporciones entre el núcleo, electrónes, protones y así. Le pregunté a qué hora iban a venir sus amigos para rehacer la tarea. Me dijo que no, que les había dicho que él se iba a encargar. Compró materiales y se encerró con la música esa donde en cada canción invariablemente dicen "nigga" fingiendo voz de malos.
El joven se desveló hasta terminar con su proyecto.
Hoy en la mañana, íbamos platicando sobre este trabajo. Lo felicité por su esfuerzo al que le metió bastante TADI —recuerda Tiempo, Atención, Dinero e Incomodidad— pero aproveché para conectar la conversación con una solicitud que me hizo hace algunos días.
"¿Recuerdas que me dijiste que querías aprender bien de negocios?". Me respondió que sí. "Bueno, esto de hacer tú solo la maqueta rápido y con precisión tiene partes buenas y partes malas. La buena es que te pusiste al frente para resolver algo que te interesaba mover de una manera específica. Eso es genial. Evitaste la pasividad de que otros resolvieran lo que a ti te interesaba que se hiciera de un cierto modo. Esto es proactividad".
Por otro lado —continué— el problema de lo que hiciste es que no te entrenó en el músculo del verdadero liderazgo. Esto es lo que le pasa a muchísimos emprendedores y empresarios, que se agobian porque sus equipos no hacen las cosas como deberían y se meten todo el tiempo ellos mismos a resolverlas directamente, sin darse cuenta que con eso sabotean a su empresa. Para avanzar en la vida, no te ayuda ser idealista. Tú tienes que ser pragmático. Nadie va a hacer las cosas perfectamente como tú las tienes visualizadas, pero sí puedes conseguir gente que las ejecute a un setenta u ochenta por ciento de como tú las presentarías y esto está muy bien, porque aunque las cosas no van a quedar perfectas como a ti te gustarían, vas a tener mucho tiempo libre para enfocarte cada vez en asuntos más estratégicos.
(Te advierto, querida lectora, que una vez que empiezo a explicar algo, nadie me para, así que seguí, teníamos tiempo en la ruta hacia su escuela).
Esto se llama delegar. Esto es verdadero liderazgo. Esto es lo que te conviene. El desempeño profesional de la enorme mayoría de la gente es frustrante, pero si logras moverlos adecuadamente, vas a conseguir muchas cosas. Aprende a asignar a tus compañeros lo que puedan hacer, motívalos, supervísalos, coordina, optimiza, mete un poco las manos, sí, pero al final, desarrolla el músculo de ser el que está al frente de un grupo de trabajo que consigue llegar a objetivos que tú defines constantemente.
Te lo repito: estuvo bien y te felicito por lo que hiciste anoche al desvelarte para terminar el proyecto y que quedara en alto nivel, pero no te acostumbres a esto, porque si no, de adulto te vas a abrumar bastante queriendo resolver todas las cosas tú siempre. La escuela te premia con buenas calificaciones, pero al mercado, a los negocios, a los clientes, al mundo real no le interesa tus diplomas. Le interesa que tu organización, tu empresa, tu compañía, pueda resolver consistentemente. Y para que tengas eso andando, necesitas gente que soporte la operación.
Me dio las gracias y mi beso al despedirse, lo ayudé a bajar su maqueta, le tomé una foto que aceptó a regañadientes y entró al colegio.
Y yo vine a escribirte todo esto, como el buen padre tóxico orgulloso que soy.
Delega bien.
Desarrolla el músculo del verdadero liderazgo.
Esta es una F You Skill.
Y con las F You Skills generas F You Money.
Te veo en mi próximo curso premium presencial si en tus planes de vida está generar F You Money.
Sé adolescentemente audaz.
Y selo ahora.
—A.
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