



La semana pasada en > boost x ab recomendé a uno de mis clientes "On Change Management" de la HBR. Este librito me cambió la vida porque me permitió entender todo el proceso de hacer campaña, marketing y ofensivas de encanto dentro de las organizaciones para inyectar los cambios que los directivos ven como necesarios.
Las personas somos un incordio: detestamos que nos alteren nuestras rutinas. A ningún colaborador en ninguna empresa de ninguna parte del mundo le hace gracia que le digan que el sistema, el proceso, el papeleo, los dispositivos que ya domina, bueno, ahora se van a la basura y hay que usar nuevas cosas.
Ojalá los jefes pudiésemos enviar simplemente un e-mail con instrucciones a toda la compañía para que todos aceptaran rápidamente y de buena gana la nueva reestructuración corporativa y cosas así, pero pues no, así no funcionan las cosas en la realidad, porque —como ya te dije— la resistencia al cambio es natural, está arraigada al extremo en nuestra biología, así que no te hagas ilusiones de que a tus colaboradores les va a gustar "eso" nuevo que se te ocurrió.
Bien. Ahora lo interesante. Justo mientras les sugería este libro en la sesión vino a mi mente una corrección: les dije que mejor primero consultaran a la AI sobre esto de administración del cambio, que le pidieran en una tabla minimalista definición, ejemplos, analogías y después profundizaran con preguntas de seguimiento sobre cómo aplicar esto al contexto de sus negocios y/o los departamentos corporativos en donde trabajan y así.
La realidad es que muy pocas veces leemos los libros que nos recomiendan, por falta de tiempo, presupuesto, interés o así. Es por esto que consideré que resultaba más poderoso sugerirle a mi gente consultar de forma concreta el tema principal del libro que me vino a la mente mientras diseñábamos estrategias para el crecimiento de la compañía.
Me fascinan los libros, soy fan de la lectura analítica y filosófica, pero al final del día, ser pragmático es más importante. Le dije a los participantes de mi coaching grupal que del libro, lo más sobresaliente para mí eran dos casos de estudio sobre cómo implementar las técnicas de change management, uno en una cadena de hospitales y otro en una organización policiaca, que estaría bien que lo compraran para los detalles, pero creo que el ochenta por ciento del concepto queda bastante claro consultando con la inteligencia artificial y que desde ahí podían comenzar a construir sus propias campañas internas y demás.
Si no quieres leer los libros de moda, al menos sumérgete en conversaciones interesantes sobre ellos con Claude o con ChatGPT. Que te expliquen los conceptos que proponen y así. Esta técnica no te va a alejar de comprar libros y leerlos, al contrario. Lo sé porque una técnica anterior que yo tenía era sumergirme en Wikipedia en la trama de las novelas de ciencia ficción ganadoras de los premios Hugo y así y si ya ahí me atrapaba, ordenar la obra y devorarla se volvían los siguientes pasos automáticos.
Si yo fuera tú, me iría a las listas de una década atrás que gente como Obama, Gates y Altman publican año con año de sus libros favoritos y platicaría con mi suscripción premium de artificial intelligence sobre cada uno de los títulos para ver qué me atrapa, profundizaría en esos y compraría los que de plano ya solo con la conversación consiguieron volar mi mente.
Permítete comportarte bastante diferente a las mayorías.
Tú sé moderno, dinámico, premium en tu acercamiento a los libros.
Deja de querer todo en audio y video. Las élites consumimos mucho texto porque la humanidad no ha podido todavía inventar un mejor medio para transmitir de forma fidedigna las ideas más profundas, los secretos del universo, los fundamentos del sistema del mundo.
Te quiero en tu versión lectora de alto desempeño.
Va con amor y alpha, como siempre.
Sé curiosamente audaz.
Y selo ahora.
—A.