Hey, te veo dentro de cinco semanas en > people x ab Live from Mexico City
A mediados de los noventas la envidia pudo conmigo y decidí aprender cómo hacer eso de "páginas web" que yo veía que otros tenían listadas en ese portal maravilloso llamado Yahoo! Encontré tutoriales y conseguí subir mi espacio digital a la red de redes. Luego se me ocurrió que si ya sabía hacerlo para mí, podía hacerlo para otros.
Eso hice. Coloqué una especie de landing page —todavía no se llamaban así— y conseguí aparecer en la categoría adecuada dentro del buscador más famoso del mundo. Los e-mails pidiéndome cotizaciones comenzaron a llegar.
Era el año en que apenas estaba ingresando a la universidad. De repente, entrando a la "adultez" ya tenía clientes corporativos con los que tenía que fingir que hablaban por teléfono con la secretaria —mi mamá— de alguien mayor —yo con la voz más madura que me fuera posible en ese instante. Estuve algún tiempo en esto, hice dinero y como no tenía un guía avispado de negocios a mi lado, dejé de hacerlo simplemente por la tonta razón de que "así no me distraigo de mis estudios", tremenda estupidez que hoy cuando la detecto en otros, trato de desactivarla.
Te cuento todo esto porque ya había una vena emprendedora en mí desde joven, pero paso más de una década desde aquel instante de posibilidades juveniles hasta el día donde comencé a activar bien mi lado emprendedor, justo cuando cumplí treinta años y fundé Waterhouse, un grupo de escuelas de inglés geniales que te muestro en las fotitos.
Ahora, importante —y aquí viene los hacks para ti: no decidí lanzar Waterhouse de la noche a la mañana y tampoco lo hice porque mi sueño en la vida fuera dar clasecitas de idiomas. Decidí lanzar Waterhouse porque fui pragmático: para el momento en que comencé con mi negocio, llevaba años en esa industria, como maestro, coordinador académico, experto en certificaciones internacionales, capacitador, director y más. Entendía algunas cosas de este tipo de negocios, aunque la realidad se encargó rápidamente de informarme a golpes que trabajar aunque sea de cerca con los jefes y ver muchos de los números y detalles jamás, jamás, jamás es lo mismo que ser el dueño y estar hasta arriba de la organización. Caray, que ir al estadio y sentarte en la zona VIP no te hace para nada tener la calidad técnica para dirigir bien a un equipo en la cancha.
El día que decidí que iba a renunciar, lanzar un negocio y conseguir socios para ello, saqué de mis archivos algunos folders con información que había ido curando con los años. Eran diversas ideas de emprendimiento, tenían folletos, recortes, revistas y así, cosas que habían llamado mi atención para fundar tal tipo de compañía y así. Y esto es importante, quiero que tengas algo físico a lo que aferrarte cuando estés pensando en construir un negocio algún día. Imprime esas notas que llevan a tu mente a lugares especiales para esa idea que acaricias. Colecciona trípticos y material publicitario impreso que te inspira. Yo sé que vivimos en la era digital y es más fácil guardar todo en la nube y así, pero la realidad es que darle cuerpo a tu proyecto te posiciona en un estado emocional y mental fantástico.
De los cuatro o cinco folders frente a mí, escogí el de las escuelas de inglés y fue una de las mejores decisiones de mi vida, porque Dios, vaya que fue extremadamente difícil echarlas a andar y que funcionaran, y esto considerando que ya sabía del negocio, ahora imagina los demás proyectos en los que no tenía absolutamente nada de experiencia.
En resumen: sé pragmático con tu idea de negocio, no quieras una cafetería con temática de tus super héroes favoritos a dos calles de distancia de tu casa porque eso es cómodo para ti e ignores que la mayoría de la gente por ahí no tiene dinero y te lo demuestran a diario porque se mueven en transporte público tercermundista. Construye algo que te dé dinero para que te coloques en una posición de ventaja que luego te permita moverte inteligentemente con tus otras ideas. Y verás, cuando aprendas realmente de negocios, que ya no querrás poner esa cafetería, y menos en esa colonia.
Repito: dale cuerpo a tus proyectos. Alimenta esos folders. Ve en modo vieja escuela insertando en tu mente las posibilidades. En la "metodología" esta de la ley de la atracción te recomienda un "visual board" para manifestar tus sueños, algo en lo que fijar a diario y constantemente tu mirada. Mi problema con la mayoría de estas cosas metafísicas es que mucha gente lo usa para ser floja, pasiva, ilusa. Tú usa estas herramientas, sí, pero ejecutando, moviéndote agresivamente hacia ello, insertando tu ejecución con violencia en la realidad hasta que veas que lo que querías ver en el mundo se manifiesta "mágicamente".
Sé pragmatico para avanzar.
Y sé ambicioso en ese avance.
Te quiero en tu versión emprendedora de alto desempeño.
Va con amor y alpha, como siempre.
Sé audaz con tus folders.
Y selo ahora.
—A.