El problema está ahí, enfrente de ti.
Cuando platicas sobre él todo el tiempo y crees que eso te sirve de alguna manera para resolverlo, lo único que estás haciendo es insertándote más en ese entorno donde él es el rey, donde él hace las reglas, donde él domina el juego, donde te atrapa en su Matrix.
Un problema se resuelve rompiendo las reglas, no siguiéndolas.
¿Cuánta gente sigue reglas estilo "estudia, consigue un trabajito, sé responsable, ve a tu empleo, da gracias a Dios que tienes trabajo, compra aunque sea un poquito de eso que necesito con el dinerito que tienes y ya luego Dios proveerá" y están atrapadas en problemas financieros, emocionales, familiares y demás por eso?
Muchísima. Es casi todo el mundo.
No necesitas "estudiar" para ser "alguien en la vida".
Necesitas ejecutar para conseguir lo que te interesa.
Son cosas totalmente diferentes.
¿Quién te educó? Gente que no era ambiciosa y que tenían los mismos problemas financieros, emocionales y personales que ahora tienes tú. Sí, claro, seguramente eran gente buena, con lindas intenciones y gran corazón, peor te enseñaron cosas que alguien les dijo que tenían que dictarte y venderte como lo más importante de la humanidad y ahí estuviste en la niñez, en tu momento más vulnerable, donde eras más influenciable, dándoles tu cerebro para que lo llenaran con temas en la línea de que Mesopotamia no tiene nada que ver con Mesoamérica, de que el trinomio cuadrado perfecto tiene este y aquel y ese otro término y de que la célula está formada de tales y tales componentes. Todo eso está muy bien, pero es pérdida de tiempo, aunque la vieja guardia y los acólitos de la Matrix te lo quieran empaquetar y vender como "cultura general".
"No todo es dinero" dice la gente que no quiere escuchar que ha estado operando de forma incorrecta en este juego.
Claro que no todo es dinero, por supuesto.
Pero la riqueza lo que te da es un piso muy firme sobre el cual construir apuestas para ver qué es lo que te hará feliz.
Va de nuevo: construir riqueza tiene como función no el acumular dinero a lo estúpido, sino poder ejecutar diversos movimientos que te permitan explorar situaciones, personas, lugares, acciones, ideas para ir encontrando las piezas del rompecabezas que a ti en particular te hace feliz.
Yo jamás habría descubierto que me encantaba correr si hubiese mantenido mi empleo tradicional porque no me habría dado el tiempo para perder muchas mañanas intentando dominar mi primera distancia de 5k. Jamás habría descubierto que me encantaba organizar workshops para explicar ventas, negocios, inversiones, marketing y demás a mis lectores si no hubiese tenido la capacidad de pagar yo mismo tickets a eventos premium que me hicieron ver que yo podía hacer mucho de lo que veía a otros al frente e incluso mejor.
Ahora, no estoy diciendo que si tienes un empleo lo abandones y te avientes al vacío.
Te estoy diciendo que construyas sobre eso. Úsalo —si te paga bien, si te gusta— como base de operaciones para desde ahí lanzar tus ataques al problema financiero, emocional, personal que tienes de dinero.
Haz lo que te corresponde hacer en ese empleo y al terminar tu turno, sigue, cánsate —y bastante— viendo qué más hacer en otros ángulos, en otras aristas. Tú no quieres operar como los demás que compran la narrativa de que solo pueden poner sus recursos en un trabajo y ya, eso es todo. Puedes hacer mucho más: tomar cursos, conectar con gente, vender por fuera, crear tu empresa, desarrollar tus soluciones, dar consultoría, vender tu coaching, impulsar tu marca personal, las opciones son enormes con las herramientas que hay hoy en día.
¿Va a ser cansado? Sí, bastante.
¿Dónde va a quedar tu balance vida-trabajo? No mames, ya estás grande, deja de preocuparte por tonterías. No estés con esta narrativa. Estás en tus veintes, treintas, cuarentas, hijo de la vida, cánsate, cánsate, cánsate para construir lo que te conviene.
¿Va a ser fácil? No. Vas a cometer error tras error y algunos muy tontos y "amigos" y familiares se van a reír o te van a decir "¿ya ves? te dije que no pusieras ese negocio" porque salió mal y perdiste dinero y ahora tienes una deuda en tu tarjeta de crédito, pero lo que tú debes de entender es que estás en realidad pagándote una escuela carísima en tiempo real de cómo ejecutar las cosas y es imposible —en ningún área inventada por los humanos— que las cosas te salgan bien a la primera, por muy inteligente que creas que seas por los diplomas con firmitas estúpidas que te han dado en la vida y con los que desarrollaste una falsa sensación de seguridad que ahora te das cuenta que al mundo no le interesa.
No va a ser fácil, pero tú puedes hacerlo y lo sé por el simple hecho de que estás leyendo esto y ya vas en esta línea.
¿Sabes? Casi nadie tiene la capacidad de concentrarse en una lectura "larga" aquí en redes sociales. Tan solo hacer esto ya te saca del promedio. ¿Qué dice la gente promedio? Babosadas como "mucho texto" y así. Dios, los que creen que esto es un texto largo, no saben lo que dicen, no saben el nivel de bajísimo desempeño que revelan a los que consumismos contenido increíble que es cincuenta o cien veces más grande. Felicidades por estar aquí, en este punto de este artículo, esto demuestra el potencial genial que tienes dentro de ti y más si estás con buena actitud, con curiosidad, con entusiasmo, conectando con la idea general, porque quiere decir que hay algo dentro de ti que quiere emerger, que quiere que lo dejes salir y bueno, solo falta que lo hagas.
Primer paso: entiende que nadie a tu alrededor va a aplaudir tu nueva versión personal, nadie va a decirte que admiran la forma radical en la que ahora estás pensando las cosas, nadie va a entender cuando les platiques que lees a un tal Aarón Benítez y a otros, lo que harán es responderte que cuidado con esos gurús y esos coaches y esos conferencistas motivacionales porque solo son vendehumos y que tú no debes arriesgar lo que ya tienes, que en esta economía las cosas están difíciles y no te puedes dar el lujo de perder tu trabajo y que le des gracias a Dios por lo que tienes y que ser ambicioso está mal porque hay que ser humildes y así lo dice la Biblia y bueno, sabes perfectamente de lo que estoy hablando.
Necesitas dureza mental para reinventarte.
Necesitas disciplina emocional para sostener el paso en tu nueva ejecución.
Te decía que el problema está frente a ti.
Y que te puedes insertar en él hablando y quejándote como todo el mundo.
O puedes abordarlo ortogonalmente, diferente, creando nuevas reglas, ignorando otras, separándote de la manada promedio, dándote permisos a diarios de actuar en modos que pueden lucir ridículos, tontos, arriesgados y así para los demás pero que en realidad representan al único tipo de ejecución que te pueda dar grandes posibilidades.
Hace unos meses llegó un vendedor callejero de comida a una de mis sesiones premium de coaching. Nos contó su historia y casi no pude contener la lagrimita porque de eso exactamente estoy hablando: de ser diferente, de moverte hacia donde te conviene aunque tengas todo en contra, aunque no tenga lógica. Y no digo esto en el sentido de "ah, solo si te conviertes en mi cliente estás haciendo bien las cosas", lo hago para que donde sea, con quien sea que sientas que te puede impulsar, que te puede ahorrar años y millones en tu ejecución, que corras hacia allá.
Deja de pensar en lo que vas a perder de dinero ante cada caso. Así piensan los pobres. Y por eso no hacen nada.
Piensa siempre en el potencial de todo lo que puedes conseguir si las cosas salen geniales. Así piensan los que construyen riqueza. Y muchas de estas apuestas les salen mal, terribles, pero cuando no, uf, esas pagan todo y con creces.
Súbete a un balcón imaginario desde donde te ves a ti mismo lidiando con tu problema financiero, emocional, personal para que tengas una perspectiva literalmente superior. Verás que no es tan grande como la mentecita-animalito salvaje te lo quiere hacer ver. Esto se llama tomar perspectiva y siempre existe, siempre hay personas que ya han resuelto tu problema hace mucho tiempo atrás y que te pueden decir con precisión qué pasos tienes que ejecutar si tan solo te pones en modo vulnerable, escuchas activamente y dejas de defender lo que crees que es "correcto", que no son otras cosas que reglas que gente sin ambición y que no sabían cómo jugar bien el juego te dictaron como pericos y que tú les creíste.
Cuando hablo de que tu problema financiero también es emocional y personal es porque todo está conectado. La falta de recursos hace que creas menos en ti, te hace desconfiar de tus capacidades, hace que cuestiones tu valor. El problema es que esto nos genera resentimiento social y si no lo controlamos, comenzamos a atacar a aquellos que tienen lo que nosotros quisiéramos y si eres alguien inclinado a lo intelectual, desarrollarás teorías de por qué son las personas ricas y poderosas el gran problema del mundo en lugar de enfocarte en estudiar cómo construir riqueza para ti, para los tuyos, para la sociedad en que convives, para el mundo.
Cuando andamos cargando con gran resentimiento social, el problema que era financiero y que luego se volvió emocional ahora se vuelve personal porque solo vamos a atraer a gente en esa frecuencia a nuestra vida, personas que se van a quejar de todo igual que nosotros, individuos que estarán de acuerdo con nuestras frases de que "la vida es difícil", "es injusto"", "malditos empresarios" y así. Y esto nos va a hundir más en nuestro hoyo de depresión, donde confundiremos empatía con alegría porque muchos nos darán la razón de que lo que está mal es todo lo externo y que nosotros no tenemos que cambiar ni nuestra actitud ni nuestra ejecución ni nada.
Que tu problema no seas tú.
Que tu problema sea algo de lo que te puedas salir para que lo golpees, lo ataques, lo desinfles desde varios ángulos todo el tiempo.
Súbete al balcón, ten visión superior.
Sé vulnerable y escucha con atención a los que ya han resuelto el problema con éxito y haz lo que te dicen, no seas necio.
Deja de seguir cuidando el marco de referencia que te insertaron desde la niñez (lo que crees, lo que respetas, lo que cuidas, lo que quieres, lo que te han dicho que es la verdad).
Cánsate. Cánsate. Cánsate.
Cada lector que con los años se acerca y platica conmigo en mi coaching y workshops y me dice que gracias a algunas de estas ideas en mis textos pudo mejorar su estilo de vida, viajar, obtener un mejor trabajo, tener más dinero, construir una familia, no sé, hace que valga la pena el hate duro y diario que me toca recibir por los resentidos sociales que no se quieren abrir.
Todo esto va con muchísimo amor y alpha, en serio, como siempre.
Sé financiera, emocional y personalmente audaz.
Y selo ahora.
—A.
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“Que tu problema, no seas tú” me quedo con esta frase que resume tantas cosas!