Siempre ataco eso del balance vida-trabajo porque veo que las personas que lo promueven tienen realmente miedo de soltarse como locos a construir lo que podrían construir, pero deciden ocupar este concepto para defender la lentitud, la adicción a la certidumbre, el comportamiento burocrático.
Cierto, hay gente que necesita esa tranquilidad de mente y ejecución, y está bien, pero tú no te engañes si no eres así, si tienes ambiciones exageradas y sueños salvajes de nivel global.
Para tipos como tú con ambiciones exageradas y sueños salvajes de nivel global, bueno, tu realidad debe ser el desbalance vida-trabajo y esto está muy bien, pero casi nadie te lo pone en el radar porque casi nadie lo ejecuta y cuando solo escuchamos un lado del argumento, cuando solo vemos un lado de la moneda, pensamos que eso es lo único posible, lo correcto y nos frustramos porque nuestra naturaleza intensa nos quiere empujar a un extremo pero nuestro condicionamiento social nos ata a un punto que ni nos gusta ni nos conviene.
Tú sé una bestia. Deja que la gente que no quiere construir cosas se desgarre las vestiduras para ser el papá, el esposo, el colega, el amigo, el hijo y el emprendedor perfecto a diario, dándole un porcentaje generoso a cada una de esas facetas justo en el instante de su vida donde tiene todo a favor para construir riqueza para él y los suyos.
Recuerda que la gente promedio disfraza con conceptos bonitos lo que les genera temor, flojera o incomodidad ejecutar.
El balance vida-trabajo ni es la historia completa, ni es la única posibilidad.
(Y aquí viene gente enseguida con historias de terror de "no, Aarón, estás mal, yo conocí a alguien que le dio un paro cardiaco porque no tenía balance vida-trabajo y así", claro, si no te cuidas, no vas a durar en nada, pero para contraargumentar ese punto extremo yo te diría que hay muchos otros sin paros cardiacos, con balance vida-trabajo-promedio y mucha, mucha frustración por décadas, qué horror).
Repito: no todas las personas son agresivas ni ambiciosas con sus objetivos, y está bien. Para ellos no es este contenido. Esto es para ti que no encuentras en ningún lado alguien que te diga que está bien si no te acuestas una hora a diario con tus hijos a leerles cuentos como si ya tuvieras resuelto el mundo, cuando en ese momento de la noche estás recibiendo quinientas ideas, stamina e inspiración del universo para avanzar con algo que traías atorado y a lo que ahora le ves pies y cabeza. Para este tipo de individuo es que empujo estas notas intensas.
No pelees conmigo sobre esto del balance vida-trabajo. Hay millones allá afuera que están de acuerdo contigo en hacer lentas las cosas, en ser burocráticos, en llevársela tranquila, en darle gracias a Dios por el empleo que ni te gusta ni te genera tranquilidad financiera, pero que te da miedo abandonar. Estas personas que van a estar de acuerdo contigo te están esperando siempre. Aquí ni yo te voy a cambiar —porque no está en tu naturaleza— ni tú a mí.
Ahora que si quieres considerar mi lado del asunto, bueno, quédate un rato consumiendo mi contenido, quién sabe, tal vez no todo es tan malo como te parece.
Va con amor y alpha, como siempre.
Sé desbalanceadamente audaz.
Y sélo ahora.
—A.