Hey, los participantes de la edición pasada de > people x ab la pasaron genial, hicieron networking, salieron a desayunar, de ahí pasearon, luego al evento y posteriormente cenaron para convivir más. Ten una red así, una tribu con la cual puedas conectar genial a nivel espiritual, intelectual, emocional. Platica con profesionales de muchas ciudades diferentes sobre riqueza, tecnología, negocios, ventas, diseño, libros, viajes, parenting, fitness, emprendimiento, alto desempeño y más.
Este evento está diseñado para que asistas con esos amigos, socios, colaboradores y familiares a los que quieres impulsar. Tus tickets con descuentos grupales están aquí. Me va a encantar conocerte ahora en Diciembre en CDMX.
Antes me cansaba física y emocionalmente tratando de convencer a la gente para que aceptaran e hicieran lo que yo sé que les convenía.
Mis tontos delirios de grandeza me hacen creer que tengo muchas respuestas geniales que sé que te pueden servir perfectamente para tu vida personal y profesional si tan solo me haces caso en todo, querido hijo de la vida, ah, pero no, señor, la gente quiere hacer valer su voluntad y ejercer esa cosa del libre albedrío y whatever, sin importarles que desperdician vida reinventando la rueda, pero bueno, tú déjalos.
Estar peleando contra el mundo para cambiar la mentalidad y ejecución de las mayorías era bastante frustrante hasta el día donde un rayó me partió en dos y recibí un regalo del universo que cambió mi vida.
Ese regalo llegó a mí en forma de aceptación y entendimiento.
La aceptación era que estaba condenado a seguir haciendo esto de querer convencer gente para el resto de mi vida porque es parte de mi naturaleza y de manera automática gravito hacia este eje todo el tiempo, así que en lugar de abandonar el asunto, debía meterme todavía más de lleno a él.
El entendimiento fue que no tenía que sufrir al hacerlo, sino que podía diseñar mi vida alrededor de ello y disfrutarlo.
Y esto es lo que llevo haciendo desde hace quince años: explicando cosas, insistiendo, taladrando y optimizando mis métodos, todo mientras capitalizo.
Ahora, platicártelo así suena fácil y romántico. Lo peor es que no lo hace justicia al laberinto tan intrincado que ha sido todo esto de diseñar mi vida profesional para trabajar en convencer gente a diario. Nunca ninguna historia de éxito, de emprendimiento, de gran logro, jamás es lineal, no seas inocente y pienses que los que conseguimos algo lo hacemos porque concebimos la idea, pasamos a la acción y a partir de ahí obtuvimos resultados. No te hagas esto porque te vas a desesperar a lo tonto cuando intentes seguir estos pasos y al enfrentarte a obstáculos sentirás que estás viviendo algo injusto porque —según tú— a los demás nos resultó fácil, rápido y directo mientras que a ti no. Para nada.
Hoy peleo con gente a diario, empujo para convencerlos, insisto en mi visión de cómo mis estrategias podrían optimizar su mentalidad y ejecución. La enorme mayoría me rechaza y está bien, así es este negocio, mi enfoque está en los pocos que se dan permiso para explorar el universo de las soluciones que he diseñado con mi equipo.
Te decía de mi grandiosidad que me hace creer que yo soy capaz de ayudar a mucha gente con mis ideas. Y aquí viene algo que siempre te digo: muchos de los conceptos que usamos todo el tiempo no los retamos y los tenemos catalogados de forma simple, básica, silvestre. Ser "ordenado" —por ejemplo— es automáticamente algo "bueno", "positivo", cuando para mí y otros significa principalmente miedo y lentitud en no poder moverse en el caos e incertidumbre. "Tener aires de grandeza" es "malo" porque hay que ser "humilde", cuando en realidad esto significa que alguien no sabe cómo lidiar con la ambición y motivación extrema de alguien más y decide mejor ofenderse.
Ten aires de grandiosidad si sabes que puedes ayudar al mundo. Caray, gente más pendeja que uno anda moviendo hilos importantes, ¿por qué tú y yo no? ¿vamos a limitarnos por el miedo a que gente promedio nos etiquete de "creídos", "locos", "se alucina", "ese quién es", "a mí qué me va a decir", "dónde estudió", "dónde están sus diplomas", etcétera.
Si amplias el espectro de lo posible, un negocio es en realidad un pleito, es tu manera de intercambiar puñetazos con el universo para establecer lo que tú sabes que le conviene a la realidad: tu café es mejor, tus clases son mejores, tu consultoría es mejor, tus productos son mejores, tu transporte es mejor, lo que se a lo que te dediques, tú crees que es mejor y por eso peleas porque exista, porque si tú no actúas violentamente porque se manifieste en el mundo, tu solución no va a aparecer mágicamente y lo sabes.
Dicho esto, mi línea de pleito favorito —digo, de negocios— es diseñar estrategias concretas con mis clientes para que se coloquen en posición de ventaja y ayuden a la sociedad con mejores herramientas, con más recursos, con más talento. Verás, sufro cuando alguien tiene una escuela que no crece o le a coaching o consultoría a emprendedores o les hace diseños o software y no cobran bien y se justifican que lo hacen "para ayudar", "porque si no, los clientes no van a pagar" y no sé qué.
Yo te entiendo perfectamente: viví atrapado en esa mentalidad de escasez por décadas. Es horrible creer que si no bajas tus precios el mercado te va a ignorar. El equivalente en el amor es irte a los brazos del primero que te hace ojitos simplemente porque crees que si no aprovechas, se te va a ir el tren. Esto es mentira. Hay muchos trenes, algunos paran en tu estación y a otros tienes que aventarte con violencia a ellos, a otros perseguirlos, pero no hay escasez de oportunidades, no la hay.
Te digo todo esto porque estar peleando con el mercado por mucho tiempo me ha llevado a encontrar a mis clientes perfectos. Estos son profesionales que ya están listos para convencerse de que pueden y tienen que cobrar bien, que ya es hora de exigirle al mercado y al universo una recompensa económica acorde con su grandiosidad, con su capacidad de impactar el mercado. Estos clientes no son comunes, porque "estar listo" para dejarte convencer de algo que te conviene involucra bajarle muchas rayas al ego.
Sé presumido, ambicioso, insoportable.
Cobra bien.
Capitaliza sin pena en eso que es tu naturaleza.
Colócate en posición de ventaja si realmente quieres ayudar al mundo.
Súbete ya a uno de los muchos trenes que pasan frente a ti.
Te quiero en tu versión peleonera de alto desempeño.
Va con amor y alpha, como siempre.
Sé grandiosamente audaz.
Y selo ahora.
—A.