Me "fascina" la gente que se pone nacionalista a la hora de argumentar. Tú no seas nacionalista. Tú sé pragmático.
El nacionalismo es de esas cosas que solo sirven como válvula de escape para frustraciones personales disfrazadas con un discurso amplio.
El pragmatismo te hace tomar decisiones para irte por el camino que te conviene.
Irónicamente, ayudas mucho más a tu país cuando favoreces ser pragmático en tu vida en lugar de andar cubriéndote a lo ridículo con la bandera.
Alguien nacionalista vive enojado con el mundo y promueve que otros se muevan así.
Alguien pragmático sube de nivel y con ello consigue que otros en su entorno también.
El nacionalismo te invita a estar alabando lenguas que están por desaparecer. Esta es una situación triste, pero es lo natural: algunas culturas se mantienen y otras no.
El nacionalismo no acepta que hay nuevas reglas en el juego y se enraíza en su credo apretando los botones de la nostalgia por aquellos tiempos donde según éramos lo máximo (pero no fue así).
El nacionalismo vomita ante la mención de la importancia del inglés porque se ofende de que nos sometamos a los gringos, aunque en realidad muchas veces es frustración de sus promotores por no sentirse cómodos con ese idioma.
El inglés no es un idioma bonito ni rico en palabras, de hecho, lo opuesto, es críptico y tosco, pero su influencia es lo que es y te puedes quedar con la amargura de por qué los demás somos tontos y no adoptamos mejor las costumbres y creencias de la sociedad que éramos antes de la Conquista o te puedes adaptar para fluir mejor en los tiempos que sí te tocaron vivir. La nostalgia es bajo desempeño.
¿Hay cosas buenas y geniales de aquellos pueblos? Claro. Seguro. Pero hay muchísimas, muchísimas más en la sociedad actual. Si eres objetivo con la historia, las barbaries de hoy son mínimas comparadas con los estragos constantes de siglos atrás. Pero nuestra partecita cerebral adicta a buscar todo lo malo no le gusta escuchar, leer o enterarse de esto y enseguida comienza a listar todo lo que está mal en el mundo cuando los datos serios, fríos (que lamentablemente no saben venderse bien a sí mismos) demuestran lo fascinante de nuestra era.
Si te quieres sentir orgulloso de tu país y para eso necesitas defender el nacionalismo, lo único que estás haciendo es jugando infantilmente al "mi juguete es mejor que el tuyo". Crece. México es bonito, tiene muchas cosas geniales, pero no es el mejor país del mundo ni tiene todas las respuestas ni ventajas.
Voy a decir algo que me va a generar problemas, pero va para ti si es que estás confundido: el náhuatl, el zapoteco, el maya, estos idiomas no te van a ayudar a generar F You Skills y sin F You Skills no vas a generar F You Money.
Ya sé, estoy de acuerdo, no se trata de venir a esta vida y vivir obsesionados con el dinero. Hay más cosas. Totalmente de acuerdo.
Pero tampoco se trata de venir a esta vida y andar sufriendo a lo tonto con el estrés de que no sé si voy a poder poner pan en la mesa mañana para mi familia.
Soluciona con fuerza y determinación el asunto del dinero.
Cuando ya tengas F You Money (varios años de pan asegurados para tus hijos), entonces ponte romántico y estudia las culturas prehispánicas, sumérgete a fondo en conservar esas tradiciones y demás.
Querer ayudar —según tú— sin recursos, con desesperación constante, no es ayuda real, es ahogarse juntos en el mismo barco.
Para poder sacar situaciones y personas del hoyo, hijo de la vida, necesitas primero estar afuera del hoyo tú.
Soy fan de los Mayas (no tanto de los aztecas, la verdad) y he visitado muchos sitios arqueológicos y me fascina el misticismo alrededor de muchas cosas de aquellos tiempos, pero prefiero poder tomar un avión con mi familia y mostrarles entusiasmado también el resto del mundo que andarme desgarrando las vestiduras peleando contra la injusticia de la historia por lo que los malvados españoles hicieron o por cómo los gringos nos tienen jodidos en lo económico. Ese discurso ya me lo sé, ya lo viví con pasión y me mantuvo pobre y frustrado muchos, muchos años. No cometas el mismo error.
El nacionalismo es flojera de la ejecución que tenemos que aplicar a nuestro día a día para poder agregar belleza al mundo.
El pragmatismo no lo es todo. Hay muchas cosas en las que podemos y debemos involucrarnos y que no tienen ningún sentido financiero a nuestro favor. Mi insistencia a favor del pragmatismo es que te coloques primero y antes que nada en posición de ventaja natural para después meterte a todas esas cosas culturas-históricas con tranquilidad, con emociones bien calibradas, con espacio mental para analizar, profundizar y realmente ayudar.
Podríamos creer que el nacionalismo nos hace priorizar primero el interés del grupo y luego el del individuo y que esto es una especie de utopía a la que deberíamos aspirar.
Podríamos pensar que el pragmatismo nos invita a ser individualistas, haciendo a un lado lo que le conviene a la comunidad.
¿Realmente hay alguna fuerza que nos haya movido más y mejor que el individualismo en los últimos cuatrocientos años? Hay varios casos bien documentados de humanos trabajando genuinamente en modo comunitario y viviendo en paz. Desafortunadamente, esos modelos no están integrados con el resto de las posibilidades que la humanidad tiene hoy a su alcanza. Esos outliers son una aldea en África o un poblado en el Amazonas, los cuales vemos con cariño y admiración, pero la realidad es que no soportaríamos vivir así acostumbrados como estamos tú y yo a las comodidades modernas (hey, pelearnos a la distancia con dispositivos como estos diseñados para encabronarnos es un lujo genial, por ejemplo).
Muchas me van a decir que un país son sus raíces y que si no las cuidamos, estamos enviando una mala señal y demás. Claro. De acuerdo. Yo no estoy diciendo que enviemos al oblivio nuestras bases históricas. Para nada. Construyamos en el país otros cincuenta espacios geniales como el impresionante Museo Nacional de Antropología e Historia. Dupliquemos o tripliquemos el salario de los investigadores y científicos involucrados en todo ello. Que el gobierno —con nuestros recursos— ejecute un mejor cuidado de todos estos puntos.
Yo no estoy atacando nuestra cultura ni nuestra historia.
Estoy atacando la ceguera del nacionalismo, del patriotismo barato, de la defensa infantil de las raíces de nuestro país.
Si quieres ver en términos macro lo que estoy diciendo es lo siguiente: en quinientos años, tú vas a ser ese objeto de estudio de los mexicanos del año 2523.
Haz que estén orgullosos con tu desempeño de hoy.
Ten F You Skills. Genera F You Money.
Sé audaz.
Y selo ahora.
—A.