Cuando una tecnología realmente va a ser disruptiva para una industria tradicional, en el inicio luce como algo tosco, irrisorio, y fuera de toda realidad. Esas son señales a las que debes de poner atención para apostar por algo. Ayer leí una noticia donde Adobe revela un prototipo de vestido llamado “Project Primrose”. En este proyecto, tu vestido tiene patrones interactivos que pueden cambiar conforme se lo indiques o de acuerdo a tus movimientos. Con tal de aportar algo a la discusión, vamos a bautizar este asunto como “clotech”. Todo esto obviamente está en una etapa muy temprana, pero es aquí donde a ti y a mí nos conviene aventar la mente mucho más allá.
Imagina que así como el día de hoy tenemos licencias para poner imágenes de Disney en ropa familiar, ahora vas a poder insertar logotipos, cargar diferentes rostros a tu vestimenta. En este sentido, te invito a combinar esta nueva “clotech” con el IoT y con la facilidad actual de conexión global a internet que empresas como Starlink ofrecen ya. Con este ecosistema, tu vestido es básicamente un receptor conectado 24/7 a la red, y puedes tener una suscripción mensual que te da derecho a usar en tu clotech imágenes o videos con el rostro o la letra de las canciones de tu grupo de K-Pop favorito, por ejemplo.
Te repito, todo esto luce tosco, fuera de lugar, y puedes decir “no, yo no voy a pagar por eso, la ropa es la ropa” y así. La gente promedio siempre comienza con ese tipo de argumentos y negación. Tú no seas promedio, porque eso te impide abrazar lo que viene. Velo desde otra perspectiva: una fábrica en China produce dos playeras con el mismo diseño, la misma tela, la misma calidad. Actualmente pagas sin chistar diez veces más por una de esas dos playeras deportivas simplemente porque trae impreso el logotipo de Nike y la otra no. Son exactamente iguales, vienen del mismo fabricante y materiales, pero así somos de irracionales. Las compañías siempre estamos buscando cómo generar más ganancias más fácilmente y esto de clotech reúne perfectamente estas condiciones, así que me resulta bastante difícil ver que no ocurra. Pienso en activista estilo Greta Thunberg usando una playera que se alimenta en tiempo real de videos con desastres causados por trasnacionales petroleras y para conseguir recursos para sus protestas, vende el diseño y la suscripción en sus redes sociales, donde otras personitas en la misma frecuencia emocional e intelectual que ella las adquieren sin problema. Esto de clotech, los vestidos convertibles, interactivos, dinámicos, como le quieras llamar, va a ser una bomba atómica para esta industria y va a dejar afuera a muchos jugadores tradicionales en el sentido de lo que ya hemos visto en historias tipo Nokia, Blackberry, Blockbuster, Kodak, y demás.
Lo más probable, es que Adobe aunque es la pionera en mostrar esto al mundo, no sea la compañía que vaya a capitalizar adecuadamente el producto. La historia de los negocios demuestra que es muy raro que una corporación sepa abrazar el potencial de los desarrollos genuinamente disruptivos que tiene en sus manos. Piensa en Xerox, IBM y otras así.
La industria clotech va a ser dominada por empresas nuevas, fundadas por gente visionaria como tú y como yo que no traemos nada de experiencia en ese mundo pero que vemos lo lógico de esta nueva realidad y crearla no nos resulta tan ridículo. Que no te sorprenda que una startup ponga a Zara y otros monstruos así de rodillas en el juego económico mundial.
Ahora, otra tendencia que tienes que tener en cuenta, es la de los androides que se están construyendo ya y que van a salir al mercado a partir de 2024. Estos robots comenzarán a aparecer en fábricas y ayudarán con muchas actividades industriales, pero pronto migrarán hacia el hogar, donde podrán ayudar de mil y un maneras a gente de la tercera edad —una población que está conquistando el mundo a base de crecer cada vez más y más. ¿Qué tiene que ver clotech con estos androides, Aarón? Justo como tu celular en realidad no necesita una funda bonita, los androides no necesitan ropa, pero a los humanos nos fascina personalizar nuestros objetos, así que clotech+robots resulta el match perfecto. Y tú y yo lo pagaremos con gusto.
Esta disrupción que viene a través del Project Primrose de Adobe es algo de lo que siempre te estoy platicando: que lo físico es lo premium y que todas las buenas compañías de alta tecnología están buscando como locos dar el siguiente gran salto para poder poner productos en lo terrenal. La verdadera riqueza corporativa del futuro no está en un único dominio (lo digital) sino en tener un pie en el mundo físico y en el de bits y bytes. Y la suma de ambos entornos es lo que correctamente denominaremos “el mundo real”.
Van a pasar dos cosas con las primeras personas que usen clotech: [1] van a lucir ridículas y [2] van a pagar cantidades exorbitantes. Esto siempre es así en la adopción de una nueva creación disruptiva en el mercado. Puedes apostar con mucha seguridad que a esos early-adopters, primero las vamos a criticar y a los dos segundos vamos a ver normal lo que están haciendo y luego clotech será parte natural de nuestro día a día , justo como este smartphone que estás cargando hoy, en el cual en el principio decías que era demasiado costoso, o demasiado tonto cargar un aparato tan grande, o innecesario porque tú solo necesitabas un celular para hacer llamadas, etc., etc.
Sé visionario.
Apuesta rápido por lo genuinamente disruptivo. Deja de esperar permiso de las masas por poder ver el potencial de las cosas, porque en el instante en que todos entienden algo, deja de ser una oportunidad.
Sé audaz.
Y selo ahora.
—A.
Darse la oportunidad de imaginar todo lo que pudiera ser esa nueva cosa o tendencia en la industria ya sea de la moda o telcnología