
Tengo una relación amor-odio con los podcasts.
Por un lado, la cantidad de información de clase mundial disponible de la gente que realmente ejecuta chingón allá afuera, uf, genial. De estos, escucho tal vez unos diez episodios al año, ya sabes, de esos que duran unas dos o tres horas y te acabas cinco libretas de tantas notas que sabes que tienes que tomar.
Por el otro lado, todo este mundo detrás de la producción de un podcast es una serie de relaciones donde los invitados se repiten con cada host y dicen lo mismo y se vuelve un mar de mimetización extrema en ideas, frases, conceptos y así. Esto nos hace a todos hablar y pensar lo mismo.
Por otro lado, creo que hay un momento ideal para ponerte a escuchar podcasts profundos.
El momento ideal es cuando ya estás ejecutando y puedes poner en acción las cosas que te dicen, no cuando estás soñándolas y ves todo lo que te comparten como algo a mil millones de años luz de separación de ti. Lo peligroso de esto de escuchar ideas excelentes es que libera sustancias en nuestro cerebro que nos hacen sentir como si ya las hubiéramos ejecutado, y pues no es el caso, ¿verdad? —y si no me crees, piensa en todas esas personitas entusiastas que hablan de "¿Ya escuchaste tal episodio de fulano con fulano? ¡Está buenísimo!" y así se beben veintisiete horas diarias de podcasts, pero los meses y años pasan y su vida sigue igual.
Tú no seas de esas personitas que coleccionan ideas solo para sentirse actualizadas pero no las insertan con violencia en su realidad. Esto va a hacer que te busquen otras personitas así y se van a quedar atrapados en ese charco donde hablan con propiedad de las últimas técnicas de enfoque, meditación, productividad y demás, pero todo ello no se refleja en su calidad de vida.
Los podcasts de clase mundial —como el de Tim Ferriss, una de las "universidades" que más me han elevado— son un instrumento fino que en las manos incorrectas y en el momento incorrecto pueden darte incluso resultados negativos por todo lo que te estoy comentando.
¿Qué hacer? Ejecuta, ejecuta, ejecuta. Construye, muévete, sal de la comarca. Y haz que escuchar un episodio de podcast sea algo especial para lo que estás listo.
Y no sigas ni escuches a tipos que solo copian el estilo de entrevista de los que sí marcan la tendencia.
Y si puedes escucharlos en inglés directamente, muchísimo mejor.
La acumulación de ideas e inspiración por mero mame te hace promedio.
La profundización en temas a los que te permites llegar en el instante correcto impulsa a tu alma. Favorece esto.
Buena postura.
Fitness. Inglés. Lectura. Marca personal.
Disciplina emocional.
Dureza mental.
Ecuanimidad. Polimatía. Cero dramas.
Te quiero enfocado, intelectual, filosófico, movido, ágil, rápido, preciso, cosmopolita y capitalizado.
Va con mucho amor y alpha, como siempre.
Sé podcasteramente audaz.
Y selo ahora.
—A.
Un Abrazo Aaron.
Gracias por recordar esto.
Hora de EJECUTAR y depurar mi lista de suscripción a los "n" Podcast.